El sábado pasado, 700 mil personas (según cifras de los propios organizadores) marcharon en Londres en favor de un segundo referéndum que pudiese reconsiderar la salida del Reino Unido (RU) de la Unión Europea (EU), o bien, uno que ratifique o no el acuerdo que el gobierno de Theresa May finalmente ponga en la mesa de la UE (esta aclaración es importante, ya que dichas posturas suelen asumirse como la misma).
La movilización contó con la participación del alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, quien pidió que una potencial segunda votación no sólo gire en torno a aceptar o rechazar el plan del gobierno, sino que pregunte también sobre frenar o no el Brexit por completo; dicha postura será reafirmada por Khan este viernes en la reunión que tendrá con Michel Barnier, negociador principal de la UE. Sin embargo, el escenario de una segunda votación ya ha sido descartado varias veces por el gobierno de May, en sintonía con las cifras más recientes de la encuestadora con sede en Londres, YouGov, que mostró que solo un 21 % de los británicos está a favor de un segundo referéndum que pudiese revertir el anterior.
Ese mismo sábado, unas 2 mil personas se concentraron afuera del ayuntamiento de Belfast, capital de Irlanda del Norte (RU), para expresar su deseo de permanecer en la UE; y por su parte, Nigel Farage, político pro-Brexit, encabezó una reunión de mil 200 personas en Harrogate, Inglaterra, pidiendo que se acate la decisión popular de abandonar la UE.
En respuesta al agitado fin de semana, May declaró este lunes en la Cámara de los Comunes que “95 % del acuerdo de salida (de la UE) y sus protocolos, ya están resueltos”, pero indicó que el tema de la frontera irlandesa aún sigue siendo un “punto de fricción considerable” y, por lo mismo, se dijo preparada para “explorar cualquier opción posible” que pueda destrabar las negociaciones. En contraste, Jeremy Corbyn, líder de la oposición laborista, dijo en aquél recinto parlamentario que los Conservadores (el partido de May) son unos “incompetentes y están paralizados por sus propias divisiones” de estos últimos dos años, en vez de negociar un “acuerdo sensible para el interés público” con Bruselas.
La Comisión Europea, sin embargo, no da por sentado nada e informó que el próximo 13 de noviembre decidirá si los ciudadanos británicos requerirán o no visa para visitar la UE en el caso de un “no acuerdo”. Según el diario británico Independent, un borrador de la agenda de la reunión sostiene que la organización no descarta una tercera vía especial para el RU que no implique un visado formal como el que, por ejemplo, se pide a ciudadanos afganos, chinos o filipinos para entrar a los países del área Schengen, pero sí algún tipo de trámite.
LEG