Foto: Especial Un espectáculo musical con canciones sobre las maneras de entender el amor y el desamor, los exilios y reencuentros  

El tango como primer paso para caminar sobre géneros nuevos, con la misma poética, es la apuesta de Amores Cabaret, un espectáculo musical con canciones sobre las maneras de entender el amor y el desamor, los exilios y reencuentros. A cargo de Carla Borghetti, de La Compañía del Tango Nómada, se presentará hasta el 28 de octubre, en el Foro A Poco No.

“El espectáculo no es tan visual, no tiene cosas estrafalarias ni muchos elementos de escenografía, sino que somos dos personas con nuestros cuerpos, nuestras palabras, nuestros sonidos en el escenario, tratando de llegar con eso a la gente”, compartió la cantante Carla Borgetti en entrevista con 24 HORAS.

De hacer un tango tradicional en Buenos Aires, que le canta a la ciudad, llegó, desde hace 15 años, a la Ciudad de México para celebrar el género cabaretero, sin fijarse en si el tango debe ser tango. Así, las composiciones se acercan a artes como el teatro, el cine y la literatura.

“Este encuentro de plantearme por qué sigo cantando tango, para quién, encontrarme con una ciudad cantando tango fue toda una nueva revisión. A qué le canto, al barrio perdido, a los amigos que ya no están, a los amores imposibles, o los que aún creo posibles. Hay emociones comunes a todos, con las que nos podemos identificar más allá del idioma”.

Como dueto, su proyecto de La Compañía del Tango Nómada se ha instalado en barrios como el de Tepito, Iztapalapa, Xochimilco y Azcapotzalco, para llevar el gusto por el tango a personas que no tenían ninguna relación con el género argentino.

“Fue hermoso encontrarse con gente joven que se acercaba, y decía “Qué hermosa canción”, “Me sentí super identificado”. Te das cuenta que la poética de esas canciones va mucho más allá de lo que suponemos que a la gente le puede llegar a gustar, si siente que le hablas con honestidad”.

“En Xochimilco, en el festival La Flor más Bella del Ejido, tocamos tango en medio de bandas de gruperos. Fue muy interesante, sobre todo ‘cómo salgo a tocar después de que una banda hizo bailar a toda la gente’, porque el tango es más para escuchar, pero nos fue super bien. Hemos tocado en el Reclusorio Oriente, en este formato de dueto, fue una experiencia muy impactante”.

Con la meta de llegar a ciudades más pequeñas, donde la gente no recibe festivales de música, recordó que “un espectáculo en vivo es muy distinto a escucharlo en estudio en tu casa, se viven otras cosas, no es lo mismo compartir una sala a oscuras con mucha gente, esa es la magia”.

LEG