Con una posible cancelación de los contratos del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), se podrían violar algunos tratados internacionales y sería “muy negativo” para los inversionistas extranjeros, advirtió el sector privado.
El coordinador del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales (CCENI), Moisés Kalach, reiteró que “se podrían estar violando disciplinas y cláusulas de los tratados internacionales si se cancelan los contratos del nuevo aeropuerto”.
En entrevista telefónica con diversos medios, dijo que los empresarios se encuentran preocupados después de hacer algunas consultas con su equipo legal-técnico en relación a ese tema de la agenda nacional y que este jueves inició consulta ciudadana en todo el país.
Esta consulta se llevará a cabo del 25 al 28 de octubre en todo el país y se instalarán mil 073 mesas de votación en 538 municipios de las 32 entidades de la República Mexicana, donde habita 79 por ciento de la población.
Esas consultas, explicó Kalach, derivaron de otras informales y hechas de empresarios de Estados Unidos, Canadá y Europa, quienes también han mostrado su preocupación y quieren saber cuáles son las condiciones y sus derechos legales en caso de tener cambios sustanciales en los contratos fijados para esa obra de infraestructura.
Precisó que la inquietud de aquellos inversionistas fue de manera particular sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) original, instrumento que en fechas recientes logró actualizarse con el consenso de las tres naciones de Norteamérica involucradas.
Esto porque ese acuerdo comercial cuenta con el Capítulo 11, el cual protege las inversiones extranjeras ante ciertos cambios radicales en un contrato y puede conducir a México a un panel de controversias por alguna demanda al respecto, explicó.
“Sólo es un llamado de atención” y, aunque la violación de los tratados no es algo certero, es un costo que se puede dar, apuntó el responsable del comercio exterior de la iniciativa privada de México.
Reconoció que todavía es difícil calcular los costos de llegar a ese punto, pero la situación va más allá porque involucra temas de confianza, credibilidad y certeza en los mercados e inversiones.
“La señal que se manda a los mercados y la señal que se manda a los inversionistas extranjeros, que están invirtiendo en ideas o planes de largo plazo en nuestro país, me parece que es muy negativa”, remarcó.
Dejó que claro que lo anterior en nada dificultará el seguir con la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada hacia finales de noviembre y que se espera sea por los mandatarios de esos países.
“No, no me parece que sea la misma pista de aterrizaje. Me parece que son dos cosas diferentes”, expuso al ser cuestionado sobre esa posibilidad.
NCG