Mariel Colón Miró, una de las abogadas de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en Nueva York, EU, denunció las condiciones en que vive su cliente en el centro de corrección metropolitano, durante los pasados dos años.
“Las condiciones en las que está recluido son tan extremas que le afectan emocional y psicológicamente”, expresó la defensa, en una carta enviada al periodista Ciro Gómez Leyva.
Explicó que el capo de Sinaloa sólo puede ser visitado por sus abogados y sus dos hijas de siete años de edad, quienes sólo van en sus vacaciones de verano o invierno, en que sólo pueden verlo dos veces por mes, a través de un cristal.
Afirmó que Guzmán Loera no ha podido abrazar a sus gemelas en casi dos años, y tampoco se le ha permitido ver a su esposa Ema Coronel.
“No ha podido abrazarla ni tan siquiera decirle un simple ‘te quiero'”, escribió Colón Miró.
Señaló que también tiene restringido el contacto con otros familiares, ya que no puede recibir visitas por parte de ellos, y sólo puede hablar vía telefónica con una de sus hermanas durante 15 minutos, dos veces al mes.
“Ni siquiera puede enviar su amor y saludos a los otros miembros de su familia a través de su hermana por que el gobierno de Estados Unidos alega que esto puede ser considerado como un mensaje, y al señor Guzmán no se le permite enviar mensajes ni cartas”, detalló.
La defensa destacó que “El Chapo” permanece bajo un régimen de aislamiento, por lo que se encuentra las 24 horas del día en su celda, y sólo tiene permitido salir cuando su equipo legal lo visita o acude a las audiencias en el tribunal.
“Su celda no tiene ventanas, por lo que no recibe aire fresco, y no puede salir a ver el sol”.
Aseguró que no se le permite comprar agua embotellada, por lo que tiene que tomar directamente del grifo; y sufre dolor de cabeza, garganta y oídos, provocador por el aire acondicionado de su celda.
“El Chapo” Guzmán enfrenta cargos por distribución de drogas, lavado de dinero y posesión de armas de fuego en una corte de Nueva York.
Con información de Radio Fórmula
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