FOTO: cuartocuro/archivo De acuerdo con el equipo de López Obrador, la opinión de los mexicanos quedará plasmada en más de 500 mil boletas, cuya impresión se podría incrementar en función de la participación ciudadana  

Este jueves comienza en todo el país la consulta ciudadana, propuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para definir el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

 

En cada una de las casillas, que se espera abran desde las 8:00 horas durante cuatro días del ejercicio, habrá entre tres o cuatro personas responsables, algunos observadores académicos y de la sociedad civil para recibir los votos ciudadanos.

 

A través de la página mexicodecide.com.mx, en el apartado “Urnas”, es posible consultar los lugares donde están instaladas las mesas para sufragar.

 

La decisión se tomará a partir de la respuesta con mayores votos a la pregunta: “Dada la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, ¿cuál opción piensa usted que sea mejor para el país?”.

 

Los ciudadanos podrán elegir entre dos opciones: “Reacondicionar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y el de Toluca, y construir dos pistas en la Base Aérea de Santa Lucía” o “continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar la actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.

 

De acuerdo con el equipo de López Obrador, la opinión de los mexicanos quedará plasmada en más de 500 mil boletas, cuya impresión se podría incrementar en función de la participación ciudadana.

 

Además, hasta el domingo próximo, en todo el país se instalarán mil 73 mesas de votación en 538 municipios para que los mexicanos puedan ir a expresar su opinión sobre la terminal aérea.

 

Para participar, sólo se tendrá que presentar la credencial de elector como único documento oficial válido, mismo que será recibido y registrado por voluntarios en las mesas, quienes tendrán la encomienda de garantizar la no duplicidad en la emisión del voto.

 

Para informarse más de las dos opciones que propone López Obrador y de la consulta, que será financiada por aportaciones voluntarias de los legisladores de Morena, los ciudadanos pueden visitar la página de internet www.mexicodecide.com.mx.

 

Además, en la pestaña “Aeropuerto” se señala que la construcción, rehabilitación y mantenimiento de infraestructura aeroportuaria puede representar una carga presupuestal muy importante, por lo que en países como Francia, Alemania o Estados Unidos se han realizado consultas antes de tomar la decisión.

 

Agrega que hay argumentos económicos, ambientales, sociales, territoriales y jurídicos que se deben tomar en cuenta, por lo que es importante la participación de todos.

 

En el apartado “Análisis”, el sitio México Decide destaca que después de escuchar a los actores involucrados en la discusión del aeropuerto, se encontraron algunos de los argumentos más recurrentes y nutritivos para la discusión.

 

Abunda que continuar con la construcción del aeropuerto en el lago de Texcoco tiene a su favor la cercanía con Ciudad de México y sería un centro de conexión internacional, generaría empleos, daría confianza a inversionistas, mayor capacidad de pasajeros, cuenta con un terreno de cinco mil hectáreas, tiene financiamiento de 69 por ciento del proyecto y un avance en la obra de 20 por ciento.

 

Sin embargo, apunta, tiene en contra el incremento del costo de construcción de 185 a 285 mil millones de pesos (primera fase) y un retraso de cuatro años (primera fase 2024).

 

Además, implicaría el cierre del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México y de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, y habría impactos ambientales negativos.

 

Los argumentos a favor de ampliar el aeropuerto de Santa Lucía son: menor costo de construcción y mantenimiento, mejores condiciones para operar y bajo impacto ambiental, continuaría operando la actual terminal aérea de la capital del país, además de que se habilitaría el de Toluca y operaría en menos tiempo.

 

Mientras que los argumentos en contra consisten en que las aerolíneas tendrían complicaciones logísticas y otros costos, posibles pérdidas económicas por la cancelación en Texcoco, se tendría que negociar con acreedores y contratistas, afectando el presupuesto federal de 2019, y un posible impacto negativo en mercados financieros.

 

TFA