Foto: @edelamadrid/Twitter Otros países que transitan por el lugar se muestran curiosos y asombrados por esta muestra  

Son muchas cosas las que convierten al Gran Premio de México en una carrera distinta a las del resto del calendario de Fórmula 1. Muchos de los pilotos sugieren que la afición del Autódromo Hermanos Rodríguez es lo mejor que ofrece esta carrera. No los contradecimos, de hecho, es una gran verdad. Pero también hay otros detalles que encantan.

 

En la parte exterior del autódromo, la gente puede convivir en un espacio que ofrece a los visitantes distintas amenidades con las cuales poder completar la experiencia de acudir a este magno evento.

 

La parte cultural no está ausente. En este país que cuenta con muchas expresiones de este tipo es complicado seleccionar alguna y dejar de lado a otras, ya que se quisiera tener un cúmulo de gran colorido que nos identifica.
Pero hay una que puede reunir esto: el arte huichol. Es bien sabido que este muestra de arte nacional ha alcanzado muchos rincones del planeta y ha maravillado a otras culturas que nada tiene qué ver con ella. Así pues, también se presentó en la Fórmula 1.

 

Una exposición que mezcla al deporte motor y el arte prehispánico se instaló en la parte exterior del Autódromo Hermanos Rodríguez. Aquí se puede encontrar una muestra de cascos de carrera adornados por una cubierta de chaquira que forma estampados impresionantes.

 

El objeto más impresionante es el auto de Fórmula 1 recubierto en su totalidad y que está al centro de la exposición. Las ganas de posar para la imagen del recuerdo es inevitable.

 

Personas no sólo de México, sino de otros países que transitan por el lugar se muestran curiosos y asombrados por esta muestra. Todos se llevan la foto del recuerdo, pues esto es lo que enriquece la visita al Gran Premio de México y algo que contribuye en gran parte a que siga siendo un evento único.

 

DAMG