Un juez federal de Estados Unidos decretó hoy prisión sin fianza para Rob Bowers, el presunto autor de la matanza en la sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania) del pasado sábado, quien realizó hoy su primera comparecencia ante un tribunal acusado de crímenes de odio por el asesinato de 11 personas.
El juez decidió aceptar la petición de la Fiscalía para que Bowers permanezca en prisión sin fianza mientras se resuelve su caso, ya que considera que supone un peligro para el resto de la población.
Bowers acudió en silla de ruedas a la corte ante la que debe responder por un total de 29 cargos; once por asesinato de personas que estaban ejerciendo su derecho a la libertad de credo, once por uso de arma de fuego para cometer asesinato y otros siete relacionados con el tiroteo entre el acusado y las autoridades.
La abogacía del Estado recordó en la solicitud para que el acusado permanezca en prisión que estos delitos pueden acarrear una condena máxima de pena de muerte.
Bowers deberá acudir a la corte de nuevo el próximo jueves para el inicio de las audiencias preliminares sobre el caso.
Mientras disparaba el pasado sábado de manera indiscriminada sobre los asistentes, Bowers gritó que había que “matar a todos los judíos”, unos mensajes antisemitas que han llevado a la Fiscalía a considerar el suceso como un crimen de odio.
Además, los medios locales han localizado varios mensajes publicados por el sospechoso en redes sociales empleadas por grupos supremacistas estadounidenses en los que alardeaba de su arsenal y manifestaba su odio a la comunidad judía.
Bowers accedió a la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida armado con un rifle semiautomático AR-15 y tres pistolas Glock 57 y abrió fuego de manera indiscriminada sobre los parroquianos que en ese momento asistían a un bautizo.
ncg