Las matemáticas no mienten.

El Valle de México sólo necesita un gran aeropuerto.

En él cabrían lo mismo las necesidades de 20 millones de habitantes de la Ciudad y del Estado de México como la afluencia de visitantes.

También para atender a 80% de los pasajeros nacionales y extranjeros en escala para trasladarse a otros lugares del país.

Sucedió en el pasado, cuando el ahora único, vetusto y saturado no estaba rebasado.

En el presente hay cuestionamientos, pero el remiendo de la Terminal 2 ha contribuido a paliar la saturación.

Por eso, después de casi 30 años de análisis, de crisis económicas y de proyectos macheteros fallidos, se planificó el de Texcoco.

Con él se saldaría la crisis aeroportuaria del altiplano y, además, se proyectaría medio siglo de suficiencia para atender con los tiempos 70, 80 o más millones de usuarios.

Pero…

100 MIL MILLONES DE PESOS A LA FOSA

Oficialmente se han invertido más de 100 mil millones de pesos.

Eso más las obras en curso, las cuales continuarán al menos un mes más –cuanto resta del sexenio de Enrique Peña Nieto- hasta el arribo de Andrés Manuel López Obrador para suspender la obra por decreto.

Ese monto y los contratos en curso hablarían de un costo al presupuesto de una terminal aérea bien planificada, con plan maestro y toda la cosa.
Ese dinero ya lo pagamos y es el primer aeropuerto.

El segundo será la ampliación del actual para poder albergar con suficiente capacidad los vuelos nacionales, como es uno de los propósitos.
El tercero será la ampliación del toluqueño, donde según López Obrador hoy tiene 600 mil usuarios, pero podría atender de manera holgada ocho millones.

Y el cuarto será la ampliación de Santa Lucía, a cargo del Ejército Mexicano y necesario por cuestiones de seguridad.
Llevamos cuatro aeropuertos.

Con un problema: los 100 mil millones de pesos invertidos en Texcoco se perderán como los colmillos de elefantes en el cementerio a donde acudían legendarios paquidermos a morir en África.

Pero como en poco tiempo, al paso del sexenio, no serán suficientes ni dos ni tres aeropuertos, quizá la mirada nacional gire hacia Texcoco y entonces pagaremos… ¡cinco aeropuertos!

Perdón, Franz Kafka.

TELEVISA “ES EXTRAORDINARIA”: AMLO

1. Debe destacarse lo sucedido el viernes en Televisa.

La compañía dirigida por Emilio Azcárraga Jean tuvo como invitado a Andrés Manuel López Obrador, quien tuvo un elogio singular:
-La empresa es extraordinaria para el país.

Ahí, ante Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, Televisa destacó que sus plataformas registran en promedio 18 millones de usuarios únicos al mes.
Y su crecimiento está garantizado “con nuevos formatos innovadores y asociándose con compañías globales”.

2. Linda también la mesa de ayer.

Porfirio Muñoz Ledo, Héctor Vasconcelos y Napoleón Gómez Urrutia en amena comida en un restaurante de la Zona Rosa.
El presidente de la Cámara de Diputados y los dos senadores departieron y hablaron de proyectos, de leyes, de Gobierno en abierta protección a Andrés Manuel López Obrador.

Ya tiene el poder, pero le falta la banda y él se la impondrá el 1 de diciembre.

Poderes plenos.

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