En un operativo de supervisión que encabezó Layda Sansores, alcaldesa en Álvaro Obregón se encontró una bodega clandestina dentro de una clínica, donde se ocultaban medicamentos caducos, así como de uso exclusivo para la atención de pacientes de segundo o tercer nivel, es decir, de uso hospitalario.
También se halló una gran cantidad de fármacos, material de curación y odontológico, contaminados y vencidos.
En la bodega está resguardado equipo odontológico nuevo como motores de vacío que nunca fueron distribuidos, así como un sistema de Rayos X de 15 años, con un costo aproximado de 1.2 mdp, mismo que nunca se utilizó ni se verificado la radioactividad.
La funcionaria detalló que en Álvaro Obregón se identificaron 19 consultorios médicos en total desabasto, ninguno cuenta con permisos ni certificaciones otorgadas por la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios (Cofepris), por lo que representan un riesgo para la salud de los habitantes.
LEG