Pronostican un horizonte negro para el sexenio
La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco tendrá un impacto en la economía nacional, que si bien no derivará en una crisis, sí pondrá la ante sala para que el país enfrente un cierre de sexenio difícil y un comienzo del siguiente aún complicado, así lo consideraron autoridades, banqueros y especialistas.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, descartó que la decisión del Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sobre el nuevo aeropuerto vaya a causar una crisis como la que México vivió en 1994, aunque afirmó que sí habrá consecuencias negativas para el desarrollo económico del país en los próximos meses.
Por ello, urgió a implementar una solución integral y de largo plazo al tema de transporte de pasajeros y mercancías, pues recordó que lo fundamental es mantener la confianza en las inversiones.
En tanto que Jonathan Heath, quien será el próximo subgobernador del Banco de México (Banxico) durante la administración de AMLO, advirtió que en el siguiente sexenio se esperan políticas fiscal y monetaria restrictivas, un tardío arranque de la inversión pública y la huida de funcionarios experimentados que no serán reemplazados, mientras que los que se queden tendrán un menor salario.
“Todo apunta hacia un comienzo sumamente difícil para el nuevo sexenio. El sector privado estará observando, invirtiendo a cuentas gotas ante cambios agresivos y poco alentadores en las reglas del juego. Si de por sí casi siempre hay menos crecimiento en el primer año de Gobierno, ahora apunta a una desaceleración todavía mayor”, alertó.
Para Heath los retos del nuevo gobierno no sólo se centran en poder cubrir con el presupuesto para cumplir con los programas sociales y de infraestructura, sino también deberá de hacerle frente a un gasto para pensiones cada vez más grande y una deuda creciente.
“Aunque habrá recortes en muchas áreas como en los salarios y prestaciones de funcionarios, queda claro que no habrá mucho margen de maniobra”, indicó.
Sobre la cancelación del NAIM, criticó que no sólo implicará “tirar a la basura una cantidad enorme de recursos ya invertidos” y crear costos adicionales en la recisión de contratos, sino además significa eliminar un flujo futuro de ingresos significativos al ya no contar con un aeropuerto que hubiera sido un hub atractivo.
“El financiamiento que se necesitaba para concluir el NAIM podría haber sido aportado en su totalidad por el sector privado, mientras que ahora el nuevo Gobierno tendrá que utilizar sus propios recursos para construir las dos pistas adicionales y adecuar los tres aeropuertos existentes para un uso mayor”, explicó.
Para lograr todo lo anterior, Heath prevé que se necesitará de una política fiscal muy austera que incluya menos gasto y que pueda sostener la presión ante mayores tasas de interés en Estados Unidos.
Expectativas poco alentadoras
Por separado, los Grupos Financieros ya anunciaron sus previsiones para el cierre del año. Eduardo Osuna, director general de BBVA Bancomer, previó que cancelar el NAIM representará que el tipo de cambio cierre el año por arriba de los 20 pesos por dólar, mientras que el Banxico subiría hasta 50 puntos base su tasa de interés, para ubicarla entre 8.00 y 8.25%.
El directivo agregó que la decisión impactaría también en que México obtenga un menor crecimiento económico para este y el próximo año, además de que la deuda pública se incrementaría hasta uno por ciento del PIB.
En coincidencia, el Grupo Financiero Citibanamex señaló, en un reporte, que cancelar la mega obra de Texcoco envía una señal negativa a los mercados financieros sobre cómo hará política el próximo Gobierno, además de que representa “una derrota para el sentido común”.
LEG