Como un procedimiento no quirurgico, que aumenta la circunferencia del pene en estado flácido, el tratamiento se ha disparado considerablemente los últimos tres años en Reino Unido, por lo que especialistas alertan sobre los riesgos a los que se someten los hombres, sobretodo quienes realizan el proceso indvidualmente.
El método, que consiste en inyectar ácido hialurónico en el tejido blando debajo de la piel que cubre al órgano, aumenta de uno o dos centímetros de diámetro, según la cantidad inyectada, y dura cerca de 18 meses, destaca la BBC en una investigación.
Practicado en una clínica especializada y asociado a una mejora de autoestima, como el caso de Abdul Hasan, de 27 años, cliente recurrente que señala que lo “hace feliz por alguna razón”, médicos como Asif Muneer, de la Asociación Británica de Cirujanos Urológicos, busca convencerlos de no hacer el proceso.
“Son principalmente para aumentar su circunferencia flácida, y no tendrá ningún beneficio en su longitud una vez erecto, por lo que no mejorará las cosas”, declaró Muneer sobre estos procedimientos de ensanchamiento, además de advertir que podrían afectar la función sexual en el futuro.
Clínicas como Moorgate Aesthetics y Androfill señalan que ahora tienen cerca de 700 consultas al mes, en comparación con las menos de 10 al mes de hace tres años. Sin embargo, también hay un aumento de los rellenos no aprobados.
Hombres que se autoinyectan sus propios rellenos con vaselina, aceites y silicona, al realizarlo ignoran las complicaciones, como visitar al médico días después, por requerir tratamiento para infecciones.
A decir del doctor Munner, después programan “una cirugía para eliminar cualquier tejido muerto, o eliminar algo del relleno. La mayoría de las veces, tenemos que quitar toda la piel del eje del pene y usar piel de otra parte del cuerpo”, concluyó.
LEG