Tal parece que todos los gobiernos mexicanos en los últimos 20 años y por lo que se ve en los próximos seis tienen una severa confusión entre los conceptos, definiciones, costos y soluciones a los fenómenos de burocracia, salarios y privilegios en la administración pública federal.
De entrada la burocracia es necesaria pues alguien se debe encargar de administrar y dar servicios a los ciudadanos, el problema es cuando estos son de mala calidad, pero la función de los gobiernos debe ser precisamente dar servicios de alta calidad al los ciudadanos y que haya un alto grado de eficiencia en la gestión del gobierno.
El gobierno y su burocracia son necesarios, el gran pendiente es que éstos cada vez funcionen mejor y den resultados de calidad a la sociedad a la que representan y sirven.
Pero de eso a los privilegios que gozan la alta burocracia hay un gran trecho: es inaceptable que secretarios, subsecretarios y directores del gobierno federal tengan seguros de todo tipo, bonos, sobre sueldos, vales de gasolina, vehículos, choferes y toda una cauda de asistentes a cargo de los impuestos de los mexicanos.
Hoy se decreta una ley de remuneraciones de los servidores públicos en las que se establece que el Presidente de la República será el funcionario con mayor ingreso.
Más allá de si se coincide o no con esta forma de pensar y definir a la función pública y las remuneraciones de quienes ahí se desempeñarán hay una variable que no se contempla en esta concepción del gobierno federal que es el mercado, pues al reducir los salarios la salida de los más calificados y especializados funcionarios se vuelve un problema inminente.
¿Qué tal los amparos y la respuesta del Poder Judicial, jueces y magistrados contra esta ley de remuneraciones? El Poder Judicial prepara sus propias medidas para evitar ser parte de “la austeridad de la cuarta transformación”.
La pregunta que se repite tanto entre los integrantes del gobierno saliente como los futuros funcionarios del gobierno de Morena es ¿qué va a pasar cuando un gerente regional de bancomer gane el doble que un funcionario de Banxico?
Las empresas de Recursos Humanos ya están preparándose para esta salida de talento que se viene los próximos meses y los “head hunters” ya tienen claro que incrementarán su cartera de talentos para puestos directivos.
Por eso también hay una gran diferencia entre pagar un salario justo y dentro de los parámetros de la competencia del mercado laboral y reducir de manera generalizada las remuneraciones de los funcionarios del gobierno federal.
Esa confusión entre burocracia, salarios y privilegios hoy da resultado a una ley que al parecer no traería beneficios reales al nuevo gobierno y mucho menos a la sociedad a la que debe servir porque administrar a un país y pretender transformarlo lo menos que puede hacer es darse el lujo de perder perder talento y capacidad.