BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, busca trazar una sucesión controlada, mientras se vaticina que los aspirantes a dirigir su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), pueden ser más de los previstos.
Hasta el próximo congreso de la CDU, que tendrá lugar en Hamburgo del 7 al 8 de diciembre, tienen que celebrarse ocho conferencias regionales donde se dé a los aspirantes la “opción a presentarse ante los afiliados”, anunció ayer Merkel, tras las reuniones de la presidencia del partido, del que ha decidió dejar la dirigencia.
Existe unanimidad entre la cúpula en la determinación de mantener la coalición de gobierno entre su bloque conservador y el Partido Socialdemócrata (SPD), enfatizó la canciller y líder de la CDU.
“Estoy dispuesta y, para mí, disposición implica voluntad”, afirmó ante la pregunta de si realmente piensa que podrá continuar como canciller una vez haya dejado la presidencia de la CDU.
Con parecida determinación se dijo segura de poder mantener “una buena relación” con su sucesor si la elección recae en Friedrich Merz, exjefe del grupo parlamentario conservador y representante del ala derechista del partido.
“Hemos discutido apasionadamente sobre política. Siempre encontramos soluciones. Aunque no siempre compartimos la misma opinión”, afirmó respecto a sus conocidas diferencias con este aspirante a sucederla.
El rumbo que tome el partido dependerá de quien ocupe ahora la presidencia del partido y también suenan el ministro de Sanidad, Jens Spahn, y Friedrich Merz, antiguo presidente del grupo parlamentario del CDU, que ha sido opositor de Merkel.
LEG