Gregorio A. Meraz
@GregorioMeraz1
DESDE WASHINGTON
Cansado de abusos, escándalos, mentiras y controversia, en una histórica elección de Medio Término, el pueblo de Estados Unidos arrebató a los republicanos la mayoría de la Cámara Baja del Congreso para entregarla a los demócratas, en lo que constituye un fuerte golpe al presidente Donald Trump, su agenda y ambiciones políticas.
A pesar de la campaña de mentiras, insultos y división de Trump contra los demócratas acusándoles de pretender “fronteras abiertas y entrada de criminales de la Mara Salvatrucha”, en el esfuerzo desesperado de mantener el control absoluto, el pueblo habló fuerte y convirtió esta elección que generalmente atrae a pocos votantes, en un costoso referéndum de la gestión presidencial, a través de costosas campañas que rebasaron los cinco mil 200 millones de dólares, y con cuyo resultado recuperan la independencia parcial del Congreso, antes bajo absoluto control de la Casa Blanca.
Los estadounidenses dejaron sin embargo al mandatario el control del Senado, que finalmente es el que detendrá una gran cantidad de iniciativas demócratas en la Cámara Baja, pero no así la exigencia de documentos del Presidente y funcionarios, la realización de audiencias y la eventual difusión del reporte del fiscal especial, Robert Mueller, sobre la injerencia rusa en la elección de 2016 y la eventual colusión del equipo de campaña de Donald Trump con el Gobierno de Rusia.
El control demócrata representará un freno para las acciones e iniciativas del presidente Trump de quienes además exigirán la presentación de declaraciones de impuestos, transparencia en los gastos del Gobierno, legalidad en la operación de los hoteles y clubes de golf de su propiedad que visita cada semana y los negocios que hacen sus funcionarios y familia.
Bajo la conducción de demócratas, la Cámara Baja podría también revisar los posibles abusos cometidos por el Presidente para determinar si procede un juicio político, que esperarían a la entrega del reporte de Robert Mueller.
La Cámara de Representantes demócrata comenzará con la elaboración de un paquete fortaleciendo medidas anticorrupción, fortalecimiento de leyes de ética, protección de derechos de votantes, regulación estricta sobre contribuciones de campaña, bajar el costo de las medicinas y procurar un alivio a millones de estadounidenses que quedaron sin seguro médico por el ataque republicano a Obamacare.
Los demócratas también podrán impedir los esfuerzos de los republicanos por obligar al FBI y agencias federales a servir con propósitos políticos.
LEG