foto: REUTERS/archivo El gobierno de Trump ha dicho que las sanciones no se levantarán hasta que Corea del Norte renuncie a sus armas  

La cancelación de la reunión de alto nivel entre Estados Unidos y Corea del Norte, por problemas de calendarización de acuerdo con ambas partes, abrió conjeturas sobre si Pyongyang busca presionar a Washington para que levante las sanciones a cambio de la desnuclearización.

 

En medio de versiones sobre cómo se produjo el aplazamiento de la esperada cita en Nueva York, una de ellas se le atribuye la decisión al Departamento de Estado, la otra al régimen norcoreano, existe la posibilidad de que la posición de ambas partes haya variado sustancialmente.

 

Sin embargo, las versiones oficiales no dieron los motivos de la suspensión, no obstante la ministra de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, indicó que el régimen de Pyongyang canceló la reunión entre el secretario de Estado, Mike Pompeo, y Kim Yong-chol, alto funcionario norcoreano sobre asuntos nucleares.

 

Anteriormente, el Departamento de Estado notificó que la cumbre se había pospuesto, pero no dio ninguna razón, expresando preocupación de que las conversaciones para que el Norte abandone sus armas nucleares podrían fracasar.

 

En una sesión de la Asamblea Nacional, la canciller surcoreana reportó este jueves que el Norte envió una notificación a Washington para cancelar la reunión cuyo objetivo era discutir también segunda cumbre entre el presidente Donald Trump y el líder Kim Jong-un.

 

Kang no dio ninguna razón sobre por qué Corea del Norte canceló la reunión en Nueva York y adelantó que planeaba discutir el asunto con Pompeo por teléfono.

 

La oficina presidencial de Corea del Sur había manifestado que el aplazamiento de la reunión no afectaría el impulso de las conversaciones entre Washington y Pyongyang.

 

De acuerdo con la agencia de noticias Yohnap, la cancelación se debió a Pyongyang puede no estar preparado para aceptar la demanda de Washington de dar pasos adicionales hacia la desnuclearización, que incluyen presentar la lista de sus armas nucleares e instalaciones relevantes.

 

Kim se comprometió a trabajar para lograr la desnuclearización en un primer encuentro sin precedentes con Trump en Singapur, pero las negociaciones han avanzado poco desde entonces.

 

Pyongyang protestó que Washington no ha hecho concesiones a cambio de los movimientos que ha tomado y el viernes pasado advirtió que podría reanudar el desarrollo de su programa nuclear si Estados Unidos no retirara su campaña de sanciones.

 

El gobierno de Trump ha dicho que las sanciones no se levantarán hasta que Corea del Norte renuncie a sus armas.

 

“Las sanciones están en marcha. “Me encantaría quitar las sanciones, pero ellas (Corea del Norte) también deben responder”, señalo Trump este miércoles, quien adelantó que espera reunirse con Kim a principios del próximo año.

 

El Departamento de Estado dijo que “continúan las conversaciones” con Corea del Norte, y agregó: “Estados Unidos sigue concentrado en cumplir los compromisos acordados por el presidente Trump y el presidente Kim en la cumbre de Singapur en junio”.

 

La semana pasada, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte criticó a Estados Unidos por su continuo apoyo a las sanciones e insinuó que podría reanudar el desarrollo nuclear si no se levantan las medidas.

 

El vicepresidente del Comité Central de Corea del Norte, Kim Yong-chol, uno de los colaboradores más cercanos del líder Kim Jong-un, discutiría con Pompeo sobre los avances de la declaración de la cumbre de Singapur, incluyendo la desnuclearización total del país asiático.

 

TFA