Foto: Especial Jorge Islas, ex abogado general de la UNAM, señaló que convencionalmente “maquiavélico” implica más un adjetivo que un sustantivo, pero de manera franca es la búsqueda de la gloria política  

A 505 años de su publicación, El Príncipe, obra máxima del filósofo y político italiano Nicolás Maquiavelo, sigue vigente.

 

Maurizio Viroli, profesor emérito de la Universidad de Princeton y máximo especialista de la obra del pensador florentino, comentó que El Principe ha sido malinterpretado y mal leído por siglos.

 

En la mesa redonda “¿Qué tan maquiavélico fue Maquiavelo?”, organizada por la Facultad de Derecho (FD), en el Auditorio Alfonso Caso,
subrayó que en los tiempos actuales “necesitamos la guía de alguien que haya entendido verdaderamente la esencia del viejo Niccolò Machiavelli”, que nos ayude a redescubrir la grandeza de la política, que debe ser la obra de personas con ánimo generoso”.

 

El académico de la Universidad de Lugano remarcó que “El Príncipe es una crítica a los políticos mediocres para invkcar a los grandes. En general toda la obra de Maquiavelo está en la búsqueda de la gran política, porque no es lo mismo la gloria que la fama: la primera es la forma en que los hombres buenos saben ganarle al mal, la segunda es lo que han cosechado políticos como Berlusconi o Hitler”, expresó.

 

Jorge Islas, ex abogado general de la UNAM, señaló que convencionalmente “maquiavélico” implica más un adjetivo que un sustantivo, pero de manera franca es la búsqueda de la gloria política.

 

“Maquiavelo era un patriota. Esperemos que en los próximos días en nuestro país se respire su espíritu con fortuna y virtud; es una oportunidad para cambiar la realidad presente”, expresó

 

Al respecto, Leonardo Curzio, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, y periodista, consideró que dicha obra no fue un ejercicio introspectivo, ni un justificador de barbaridades, sino una “ruptura con la literatura de espejos de príncipes”.

 

En tanto, Raúl Contreras Bustamante, director de la FD, expuso que “maquiavélico” es una palabra sacada de contexto, que no corresponde a su significado real. “A los ‘príncipes’ gobernantes no les gusta escuchar críticas, pero el buen colaborador es el que dice la verdad; hoy deberían estar rodeados de ellos”.

 

aarl