Hace apenas unos días, el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador dijo que se impulsaría la democratización de los sindicatos, y ayer la Secretaría de Trabajo y Previsión Social le puso la primera prueba.

Sucede que tras años de buscar la toma de nota, o sea, el reconocimiento legal y oficial como sindicato, la Dirección de Registro de Asociaciones de la STPS que encabeza Roberto Campa reconoció oficialmente a la Unión Nacional de Sindicatos Minero, Metalúrgicos y Metalmecánicos de México (UNASIM) que encabezará Carlos Pavón Campos.

¿Cuál es la trascendencia del anuncio?
Bueno, el hecho es que hasta ayer sólo el Sindicato de Trabajadores Mineros de la República Mexicana (STMRM) que encabeza el hoy senador Napoleón Gómez Urrutia, podía ostentar la representación de los trabajadores del sector minero.

Ahora tendrá competencia legal.

La UNASIM está conformada por los: Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minero Metalúrgica, CTM; Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minera, Siderúrgica, Metalúrgica, Similares y Conexos de la República Mexicana; y Sindicato Nacional Minero, Metalúrgico FRENTE.

Además del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Metal-Mecánica, Sidero-Metalúrgica, Automotriz y Proveedores de Autopartes en General, de la Energía, sus Derivados y Similares de la República Mexicana, Miguel Trujillo López; Sindicato Nacional de Trabajadores de la Exploración, Explotación y Beneficio de Minas de la República Mexicana; y el Sindicato Nacional Constitución de 1917 de Trabajadores y Empleados de la Industria Minera y Metalúrgica.

Esta agrupación supera con mucho al número de trabajadores mineros bajo el liderazgo (es un decir) de Gómez Urrutia.

¿Qué puede pasar?
Si de verdad se van a democratizar los sindicatos, con la toma de nota en la mano la asociación de Pavón Campos podrá disputar la titularidad de los contratos colectivos de trabajo que ostenta el sindicato minero, es decir, Gómez Urrutia bajo la figura del recuento.
Habrá que esperar algunos meses para ver si la promesa de libertad sindical se convierte en realidad.

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Pero no todo le fue mal al senador minero ayer.
Un juez ordenó el descongelamiento de tres cuentas bancarias del sindicato minero, con lo que el ahora senador tiene otra vez disponible la chequera para ayudar a sus pobres agremiados.

No se ría.

¿O qué, no son para eso las cuentas sindicales?
Que no se ría, pues.

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Otra de líderes sindicales.

Ayer rindió protesta para encabezar el sindicato ferrocarrilero por el periodo 2018-2024, el infaltable Víctor Flores Morales.

El dirigente, ahora convertido en promotor de box, está acusado de recibir 1.4 millones de pesos mensuales para el pago de jubilaciones que no entrega, además de haber desaparecido un fondo multimillonario para tal fin.

Eso no pareció importarles a los delegados sindicales que en agosto lo reeligieron –seguramente por su gran trabajo al frente del sindicato- para un periodo que comenzó en 1995.

Eso sí, a pesar de que como diputado priista estuvo a punto de liarse a golpes con algunos legisladores de oposición, ayer dijo que el sindicato está con López Obrador porque con la construcción del Tren Maya estará apoyando a los trabajadores del sector.

¿Así o más oportunismo?