La Ciudad de México gana un nuevo foro de Cultura. Con el objetivo de generar un espacio para la creatividad, este sábado abrirá sus puertas Casa Rubicó, el taller artístico interdisciplinario de alto impacto estilo mexicano.
Ubicada en la calle de Luis G. Urbina #74, en Polanco, Ciudad de México, Casa Rubicó iniciará sus actividades como centro de exposición con un Altar de Muertos en homenaje al Movimiento del 68 por su aportación a la libertad de expresión y como reconocimiento a los estudiantes que ganaron con su valentía un lugar en la historia moderna de México.
La presentación del concepto Rubicó ante los medios de comunicación se dio en una conferencia de prensa en la que su director general, Carlos Cerón, y su director creativo, Gonzalo Ortiz Blanco, describieron el proyecto, acompañados por el artista plástico Chango Chango, quien expondrá siete obras. Esta es la primera de varias exposiciones programadas para los próximos meses.
Ortiz Blanco explicó que Rubicó propicia y respalda las expresiones alternativas para demostrarle al mundo que nuestro reconocido ingenio es capaz de crear “mexicanadas” que consisten en transformar cosas para hacerlas chingonas y resolver necesidades.
El concepto Rubicó integra diseño, arte y tecnología para presentar con orgullo la visión ingeniosa que nos distingue como mexicanos y su nombre se inspira en el momento decisivo en el que Julio César encontró el valor para jugarse la vida y el honor, propio y de sus tropas, cruzando el Río Rubicón para dirigirse a Roma, consciente de que no habría marcha atrás. De ahí que el lema de esta nueva opción creativa y artística sea “Alea iacta est”, que significa La suerte está echada.
El equipo creativo determinó que la primera exposición fuera un Altar de Muertos, porque difícilmente encontraremos una manifestación más simbólica de la cultura mexicana que esta tradición, pues en los altares, las familias mexicanas de manera ingeniosa armonizamos los elementos de culturas que se contraponen; es decir, las tradiciones de los pueblos prehispánicos, con las costumbres de la cultura hispano-católica.
Esta armonía de elementos contrarios, explicó Gonzalo Ortiz, es realizada por los mexicanos con tal grado de perfección que da como resultado una obra nueva y superior a los elementos que la integran, como es la aspiración creativa de Rubicó de realizar obras colectivas en las que especialistas y expertos en diversas artes mezclan su talento.
La casa muestra además del Altar un concepto integral llamado “mexicanadas de Rubicó” que muestran la capacidad, atrevimiento e inteligencia de los mexicanos para modificar objetos y mejorarlos con gran ingenio, característico de nuestra cultura y estilo mexicano.
fahl