La canciller alemana Ángela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron participaron hoy en las inmediaciones del poblado francés de Compiegne, norte, en un acto para “sellar la reconciliación” de sus dos países tras su enfrentamiento en la Primera y la Segunda Guerra Mundiales.
Los mandatarios de los dos países acudieron al enclave en el que se firmó el 11 de noviembre de 1918 el armisticio entre Francia y sus aliados con Alemania que puso fin a la Primera Guerra Mundial, un centenario que se celebrará mañana en París y en el que participará Merkel y otros 70 mandatarios de todo el mundo.
Luego de la interpretación del himno francés, del alemán y el de la Unión Europea, Merkel y Macron depositaron una corona de flores en el lugar de la firma del armisticio y develaron una lápida.
En la lápida se lee que el presidente francés y la canciller alemana “han reafirmado aquí el valor de la reconciliación franco-alemana al servicio de Europa y de la paz”.
El evento tuvo gran valor simbólico porque reafirmó la reconciliación de los dos países tras las dos guerras mundiales, que fue el germen de la creación de la actual Unión Europea (UE), y porque fue el primer encuentro desde 1945 en Compiegne, el lugar de la firma del armisticio, de los mandatarios de los dos países enfrentados.
Macron y Merkel visitaron además una réplica del vagón de tren en el que se firmó el armisticio en 1918 que puso fin a la Primera Gran Guerra en la que fallecieron 18 millones de personas y que supuso una gran derrota para Alemania.
Mañana Merkel participará en la ceremonia del centenario del final de la Primera Guerra Mundial que tendrá lugar en el recinto del Arco del Triunfo de París a la que asistirán 70 mandatarios de todo el mundo, entre los que figuran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Rusia, Vladimir Putin.
TFA