La organización Freedom House (FH), dedicada a la promoción de la democracia alrededor del mundo desde 1941, publicó un estudio llamado “Libertad en la Red 2018” (véase: https://bit.ly/2zhm7tu) que documenta lo que llaman un “ascenso del autoritarismo digital”.

 

Entre junio de 2017 y mayo de 2018, FH analizó 65 países, que incluyen al 87 % de los internautas globales, para asignar un “puntaje de libertad” que considera: 1) acceso a Internet; 2) libertad de expresión en el mismo; y 3) derechos y políticas de privacidad.

 

De los 65 países, en 26 empeoró la calificación (incluyendo en México), y en 19 hubo mejoras. En 12 de esos 26, la precarización fue por “aumento de desinformación, censura, ataques técnicos o arrestos de críticos del gobierno”, antes o durante periodos electorales.

 

México obtiene una calificación de 40/100 en 2018 (siendo 0 “el más libre” y 100 “el menos libre”), cuando en 2017 fue de 39/100; esto lo posiciona hoy en el lugar 25 de 65 (Islandia es primero, con 6/100; China es último, con 88/100). ¿Qué detectó FH en esos 12 meses?

 

Si bien FH reconoce que la reforma en telecomunicaciones aumentó el acceso a Internet, el proceso electoral mexicano de 2018 vino acompañado de ataques anónimos (vía fake news, trolls y bots) orquestados para desinformar a la población y calumniar candidatos.

 

Asimismo, el hecho de que la investigación del tema Pegasus (revelación en 2017 de espionaje gubernamental a periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, al menos desde 2011) esté estancada, revela una nula mejora en términos de privacidad.

 

FH también detectó al menos 4 asesinatos de reporteros digitales en dicho periodo (no olvidemos los peligros inherentes de dedicarse al periodismo en México, sobre todo en el interior del país), y reporta un crecimiento de ataques digitales a periodistas y medios.

 

Con respecto a Estados Unidos (22/100, lugar 6 de 65), FH reporta un empeoramiento basado en: 1) la derogación de normas de neutralidad en la red (“principio de que los proveedores (…) no deberían priorizar el tráfico de Internet según su tipo, fuente o destino”) por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones; y 2) “la proliferación de la desinformación” que parece haberse instalado en redes sociales desde la elección de 2016.

 

Sobre China, FH es tajante: es el “peor abusador”. Además de la ya famosa “muralla china” que bloquea contenido extranjero y de los arrestos por publicar críticas al gobierno, se suma una nueva ley “que fortaleció las restricciones (…) a las actividades en línea y colocó cargas financieras onerosas a las compañías de tecnología, medios independientes y blogueros” (recomiendo revisar el concepto de “censura porosa” en China, de Margaret E. Roberts).

 

Con grandes letras blancas en un fondo morado, y en un claro tono combativo, la última página del reporte dice: “Asegurar la libertad del Internet contra el auge del autoritarismo digital es fundamental para proteger la democracia”.

 

@AlonsoTamez

 

aarl