Para no alimentar las sospechas de que existe un distanciamiento entre Ricardo Monreal y Andrés Manuel López Obrador por la iniciativa que presentó el zacatecano para prohibir el cobro de 12 comisiones bancarias, el pasado sábado, la fracción parlamentaria refrendó el apoyo a su líder.

 

No fue un buen fin de semana para Monreal. No solo porque salieron a descalificar su iniciativa el futuro secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y el propio Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, un día después.

 

Y como si ello no hubiera sido suficiente, la presidenta de Morena, Yeidckol Polenvsky, declaró que la iniciativa “no había propuesta del partido’’, lo que dio a entender que Monreal se fue por la libre.

 

Si fue así o no, lo cierto es que entre los morenistas fundacionales había una especie de júbilo, incluida sonrisa socarrona, por la forma en la que había sido tratado Monreal por el alto mando del partido –que para efectos prácticos es de un solo hombre.

 

El caso es que a los morenistas, que tienen mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores así como en el Congreso de la CDMX, les está costando mantener la unidad.

 

El pleito entre Monreal y Martí Batres no solo es real sino evidente cada día más.

 

En la Cámara de Diputados a Mario Delgado le ha costado mucho mantener a raya los intentos de asonada del grupo encabezado por Dolores Padierna.

 

Y en el Congreso de la Ciudad de México, el sábado los morenistas eligieron a José Luis Rodríguez como coordinador de la bancada, en sustitución de Ernestina Godoy, a pesar de que había un acuerdo de que el sucesor de la diputada fuera Ricardo Ruiz, suplente de Alejandro Encinas.

 

Lo anterior no solo es anecdótico, sino que supone el riesgo de que, en el afán de demostrar quién está más cerca de López Obrador y su proyecto de país, proponga leyes cada vez más populistas.

 

La iniciativa de Monreal respecto al cobro de comisiones tiene su sustento político y social, pero fue apresurada.

 

Su bancada –así en abstracto-, salió a defenderlo en un boletín de prensa; ni modo que lo dejarán descobijado cuando ha sido uno de los generales del lopezobradorismo.

 

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Las prisas han comenzado entre quienes tienen la responsabilidad de diseñar el presupuesto que alcance para cumplir las promesas de campaña de López Obrador.

 

Como no subirán impuestos, por el contrario se reducirá el IVA a la mitad en la frontera norte y se recurrirá a un riesgoso esquema de confiar en la buena voluntad de los contribuyente para el pago de sus impuestos, los encargados de administrar el erario andan estirando y jalando pesos de donde puedan.

 

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, informó que analizan la posibilidad de echar mano de los recursos de varios Fideicomisos para apuntalar las finanzas del próximo Gobierno.

 

Se trata de nueve fondos o fideicomisos que en conjunto suman más de 218 mil millones de pesos (mmdp), entre los que se encuentra el Fideicomiso para el Desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con un monto superior a los 115 mil 254 millones de pesos.

 

La cobija sigue sin alcanzar para todo, pero de algún lado saldrán los amlopesos.

 

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Si no hay un cataclismo, Marko Cortés será el nuevo presidente del PAN, aunque su elección se verá opacada por la renuncia de Felipe Calderón a su militancia panista.