CANBERRA.- Una refugiada vietnamita de 50 años de edad compareció este lunes ante la justicia australiana acusada de haber introducido pequeñas agujas a fresas, lo que obligó a desechar al menos un millón de cestas con la fruta.
My Ut fue arrestada la víspera en la oriental ciudad de Brisbane, al norte de Canberra, luego de que su ADN fuera encontrado en agujas que presuntamente introdujo en las fresas.
En su comparecencia un juez de Brisbane decidió que permanezca en custodia luego de que su abogado retiró la solicitud de fianza.
Ut trabajaba como supervisora de la huerta Berry Licious, aunque no involucrada en la recolección o el empaque de la fruta, sino como supervisora.
Los motivos de que introdujera las agujas en las fresas no son claros, pero se indicó en la audiencia que buscaba generar daño económico a la empresa.
Por la acción que cometió enfrentaría tres años de prisión, pero la policía presentará cargos agravados, por lo que su sanción podría elevarse a diez años de cárcel.
El hallazgo de agujas en las fresas comenzó el pasado septiembre y generó alarma en toda Australia, pues en total hubo 186 reportes, 77 de los cuales fueron en Queensland, con 15 denuncias falsas dentro del total.
De acuerdo al recuento que hace la prensa australiana, 68 marcas fueron afectadas, y solo la Suncoast Harvest tuvo que sacar del mercado un millón de cestas con fresas.
La alarma por las agujas introducidas en las fresas afectó a las exportaciones australianas hacia Nueva Zelanda y Sigapur, creando rechazo a la fruta a pesar de los exámenes con rayos X que se hacían a los envíos.
gac