Foto: Especial Dijo que dichas políticas han resultado mucho más violentas y mortales que la propia ingesta debido a la corrupción  

La persecución por el consumo de drogas no es un asunto de salud sino una forma de control y poder, afirmó el doctor José Manuel Valenzuela Arce, profesor investigador de El Colegio de la Frontera Norte (Colef), durante el Coloquio Un toque académico: hacia la despenalización del uso lúdico de la marihuana, celebrado en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

 

En la Sala Quetzalcalli de esa sede universitaria el especialista recordó que en Estados Unidos el combate al uso de estupefacientes cobró fuerza para desacreditar al movimiento hippie, entre otros que se manifestaban en contra de la guerra de Vietnam a finales de 1960 e inicios de 1970.

 

El profesor-investigador del Departamento de Estudios Culturales del Colef explicó que a través de la biopolítica el Estado busca el control social para restar la capacidad de decisión sobre el propio cuerpo, al margen de que sea o no dañino a terceros.

 

“Si bien se busca que los estupefacientes sean inaccesibles a la población–en especial a los jóvenes, considerados incapaces de tomar decisiones responsables– aquéllos siguen disponibles para quienes deseen consumirlos”, expresó.

 

Dijo que dichas políticas han resultado mucho más violentas y mortales que la propia ingesta debido a la corrupción y el deterioro de las instituciones; la impunidad; la degradación de la convivencia, y la expropiación de los espacios públicos.

 

aarl