Quería ser escritor y no manchar su nombre en el primer guion que escribía. Firmado bajo el seudónimo “Stan Lee“, el Captain American Comics #3, de 1941, fue el inicio de todo para Stanley Martin Lieber. Como una contracción de su nombre real, se convirtió en uno de los íconos más importantes de los cómics, al dejar un mundo de superhéroes y partir este lunes a los 95 años, a causa de una neumonía.
Nacido un 28 de diciembre de 1922, 17 años después, en 1939, empezaría su carrera de viñetas como becario en Timely Comics, editorial que después se convertiría en Marvel Comics. Ahí nacerían Spider-Man, Hulk, Iron Man, Los 4 Fantásticos, X-Men y muchos otros, en su mayoría creados, reconocería, junto a los dibujantes Steve Ditko y Jack Kirby.
Con un paso truncado al entrar al ejército de Estados Unidos, entre 1942 y 1945, donde trabajaría en los servicios de propaganda, volvería a los cómics, aunque en 1960 pensaba en dejar ese mundo, aún sin dar vida a sus memorables creaciones, surgidas en esa década.
A su creatividad le dio rienda suelta a partir de una recomendación de su esposa, Joan, quien le dijo por qué no escribía un cómic que le llenara. El resultado, Los 4 fantásticos, dos de ellos basados en su personalidad: Reed Richards y La Antorcha Humana.
El primero porque, según Lee, habla y habla hasta matar a su interlocutor de aburrimiento, mientras que el segundo porque sólo quería conducir autos convertibles para impresionar a las chicas. Estos rasgos definían el lema que lo caracterizaría, “Superhéroes con superproblemas”, al convertirlos en seres más humanos y menos divinos.
Durante 1961 y 1968, los héroes más populares de Marvel verían a luz en los cómics, por orden de aparición, Los cuatro fantásticos, Hulk, Spider-Man, Thor, Iron-Man, Doctor Strange, Los Vengadores, X-Men, Daredevil y Bruja Escarlata.
En 1972 se convertiría en editor de Marvel, mientras que para 1989 aparecería en su primer cameo en una película,The trial of the Incredible Hulk. No satisfecho, quien dijo que todas las personas necesitaban un ídolo, “y a veces hay que buscarlo en la ficción”, en 2002 creó su empresa POW Entertainment, para desarrollar programas de televisión centrados en nuevos superhéroes.
¿Quién quiere ser un superhéroe?, fue el reality show que surgió de esta compañía, donde Stan Lee conducía el programa, donde los participantes se vestían como los superhéroes de cómic que ellos mismos inventaban.
Para 2010, volvería a la televisión con Superhumans, un show donde recorría el mundo en búsqueda de superhéroes de carne y hueso, personas con extraordinarias cualidades físicas o mentales. A diferencia de la primera serie, que duró dos temporadas, este reality documental llegó a 4 temporadas.
“Soy un actor frustrado, así que voy a intentar derrotar a Alfred Hithcock en su número de cameos. Voy a romper su récord”, decía Stan Lee, quien al final lo logró, al aparecer en 36 películas y series de televisión. La última en la que apareció fue Venom (2018), protagonizada por Tom Hardy.
Tras un conflicto familiar y profesional con sus managers, firmó un documento a inicios de 2018 donde aseguraba que su hija, J.C. Lee, de 67 años, quería seguir viviendo a costa de su fortuna, Stan Lee falleció en Los Ángeles, California, para continuar el camino de su esposa Joan, quien tras 69 años de matrimonio, falleció en julio de 2017.
LEG