El juicio del Joaquín “El Chapo” Guzmán inició este martes en Nueva York con los testimonios opuestos de fiscal y defensor, quienes respectivamente describieron al acusado como líder de un “imperio global” o como “chivo expiatorio” de gobiernos en México.
Iniciado luego de un retraso de más de cuatro horas, debido a que dos jurados fueron desechados del caso, el juicio arrancó con el testimonio de la fiscalía, que describió a Guzmán como el mayor narcotraficante en la historia moderna, líder de un “imperio global del narco”.
Por su parte, el abogado defensor Jeffrey Lichtman, argumentó que Guzmán fue tornado en un “chivo expiatorio” tras el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, y que el verdadero líder del cártel de Sinaloa en el pasado y el presente es Ismael “El Mayo” Zambada.
Guzmán, ataviado durante el juicio con un traje azul, lucía relajado, y saludó con un movimiento de mano tanto al juez como a su esposa, Emma Coronel, sentada entre el público.
El fiscal Adam Fels describió la supuesta actividad criminal de Guzmán desde la década de 1970, luego de lo cual el acusado se convirtió en una pieza clave de la cadena de abasto de cocaína de Sudamérica a Estados Unidos para después controlar toda esa red de distribución.
Para crear su “imperio global” de distribución de drogas a México y a Estados Unidos, la organización de Guzmán utilizó túneles, barcos mercantes submarinos, aviones, y un equipo de traficantes, asesinos y funcionarios bajo sus órdenes mediante sobornos.
Asimismo, Guzmán contaba supuestamente con “cientos de sicarios” que asesinaban a rivales o a personas que lo hubieran traicionado. Desde principios de la década del año 2000, Guzmán se asoció con Zambada, con quien compartió el liderazgo del cártel de Sinaloa.
Fels indicó que como parte de la evidencia para sustentar el primer cargo contra Guzmán, de “empresa criminal continua”, presentaría un video que lo muestra ejecutando con un arma de fuego a un rival tras una interrogatorio para luego ordenar que se deshicieran del cuerpo.
El fiscal declaró además que Guzmán planeaba durante su tercer arresto en México, en 2016, una nueva fuga de la prisión de alta seguridad donde era mantenido.
Para probar el cargo, que sostiene que Guzmán era el líder del cártel de Sinaloa, la fiscalía presentará mensajes de texto, cartas, grabaciones de llamadas telefónicas, fotos y testigos que pertenecieron al “primer círculo” del acusado, así como testimonios de autoridades.
El abogado Lichtman por su parte ofreció una declaración inicial de la que había ofrecido pocos indicios durante las audiencias preliminares a la prensa, en que acusó a los gobiernos de México y Estados Unidos de enfocarse en Guzmán para evitar la atención sobre Zambada.
En una alocución de una media hora, Lichtman se enfrascó en una narración a los jurados “que los gobiernos de México y Estados Unidos no quieren que escuchen”. Añadió ante el jurado que “será sacudido todo lo que creen saber de cómo funcionan los gobiernos”.
El abogado insistió que toda estas explicaciones provenían de los propios testigos cooperantes de la fiscalía, tanto criminales que habían logrado un acuerdo, como agentes y funcionarios.
Lichtman afirmó que tras ser expuesto como “chivo expiatorio” tras el asesinato de Posadas, pese a que Guzmán mismo era el supuesto blanco del ataque, el acusado gozó de atención y fama, que lo ubicó como “el premio mayor” de fiscales en Estados Unidos.
No obstante, de acuerdo con Lichtman, la prueba de que Guzmán no era líder del cártel de Sinaloa es que pese a que de 1993 a 2016 estuvo ya sea en prisión o en fuga de las autoridades el flujo de drogas del cártel de Sinaloa a Estados Unidos siguió su curso.
El abogado insinuó además que el propio gobierno de Estados Unidos evita atrapar a Zambada.
Mencionó que tanto uno de sus hermanos como uno de sus hijos están cooperando con el gobierno de Estados Unidos como testigos, pese a lo cual autoridades no logran ubicar a Zambada.
Programado para iniciar a la 09:30 de la mañana, el juicio inició alrededor de las tres de la tarde, debido a que el juez Brian Cogan debió reemplazar a dos jurados.
Una mujer, con una nota médica, argumentó que sus problemas de salud se agravarían por la angustia de enjuiciar a Guzmán; en tanto que un hombre expresó que pasaría penurias financieras si era obligado a ser jurado por el tiempo estimado de cuatro meses de juicio.
Poco antes de las 16:30 el juicio fue suspendido. Lichtman continuará con el resto de su declaración inicial mañana miércoles.
DAMG