Aunque advirtió que no pagará de más por el avión presidencial, el empresario Gustavo Jiménez Pons exigió, por tercera ocasión, al Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, una respuesta a su ofrecimiento para la adquisición del José María Morelos.
El representante de GBS Air Enterprises busca también comprar 20 aeronaves de la flotilla federal y el hangar presidencial; sin embargo, acotó que la oferta que en su momento haga será conforme a precios de mercado.
“La oferta la voy a hacer cuando conozca el estado de la aeronave y, desde luego, será conforme a los precios del mercado, ni un dólar más ni un dólar menos”, comentó en una entrevista con medios de comunicación afuera de la oficina del morenista, donde acudió a dejar la carta en la que manifiesta su propuesta, la cual fue recibida por Leticia Ramírez, encarga de participación ciudadana.
De acuerdo con el empresario, en el mercado existen dos aeronaves de tipo dreamliner 7878, modelo 2017, con 15 y 30 horas de vuelo, respectivamente, cuyos precios oscilan entre 100 y 120 mil millones. Además de un dreamliner 7879, con cero horas, y precio de 150 millones; es decir, precios menores a los 7 mil 500 millones en los que se ha valuado el TP01.
El empresario tiene entre sus antecedentes el haber llevado un proceso judicial por presunto fraude, al vender boletos de la Selección Mexicana para la Copa Mundial de Alemania, con los cuales los aficionados no consiguieron ingresar a los estadios de futbol.
De concretarse la compra del avión presidencial, incurriría en un conflicto de interés, dado que es sobrino de Rogelio Jiménez Pons, próximo titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quién también es el encargado del proyecto del Tren Maya.
LEG