El fiscal general de Arabia Saudita, Saud al Moyeb, ha pedido la pena de muerte para cinco personas acusadas de la muerte del periodista Jamal Khashoggi y aseguró que la orden del asesinato partió de un oficial de la inteligencia saudita y no del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.
En conferencia de prensa, al Moyeb acusó al subdirector de los servicios secretos de Arabia Saudita, Ahmad Asiri, de organizar la operación que tenía como objetivo negociar el regreso de Khsahoggi al reino, pero al fracasar las conversaciones, el jefe de ese grupo negociador, que no citó, ordenó asesinar al comunicador.
Detalló que el periodista fue asesinado por medio de una inyección letal tras una pelea y su cuerpo fue desmembrado y sacado del consulado saudita en Estambul, el pasado 2 de octubre.
Sostuvo que el príncipe saudita no está implicado en el asesinato, pues él se enteró del caso a través de los “informes falsos” que le presentaron los agentes responsables de la operación y por los medios de comunicación.
El fiscal saudita ratificó la teoría expresada hace unas semanas, al explicar que se produjo una “pelea” en el interior del consulado y entonces los agentes sujetaron al informador y le inyectaron una “dosis grande de un somnífero”, lo que produjo su muerte.
“Después de asesinarlo, su cuerpo fue cortado en trozos por los asesinos, sacado del consulado y entregado a un “colaborador turco”, que se deshizo de los restos posteriormente”, dijo.
Precisó que se ha realizado un retrato robot de ese colaborador, conforme las descripciones de la persona que le entregó el cuerpo, según la cadena árabe Al Arabiya.
La Fiscalía saudita ha solicitado a Turquía que le proporcione el teléfono móvil de Khashoggi, las grabaciones de audio realizadas dentro del consulado y las de video tomadas en los alrededores del edifico, así como los testimonios de testigos recogidos por la policía turca.
Las declaraciones de la Fiscalía saudita sobre el asesinato de Kashoggi fueron calificadas por Turquía como un paso positivo pero insuficiente. “Quiero decir que encuentro algunas de las declaraciones insatisfactorias”, dijo el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, a la agencia de noticias de su país Anadolu.
Cavusoglu expuso varios puntos que le parecieron contradictorios e insistió en que se trató de un asesinato premeditado y planeado.
Explicó que el canciller saudita le llamó poco antes de que la fiscalía hiciera las declaraciones. “Nos dicen que ahora hay 11 personas en prisión preventiva. Antes había 18. Para cinco de esos 11 se ha pedido la pena de muerte. A los otros ¿por qué los han puesto en libertad?”, preguntó el jefe de la diplomacia turca.
Kashoggi, un columnista del diario The Washington Post y crítico de la corona saudita, fue asesinado el pasado 2 de octubre dentro del consulado de su país en Estambul por agentes llegados de Riad, una muerte que, según el presidente Recep Tayyip Erdogan, fue ordenado por “el más alto nivel” del gobierno saudita.
TFA