Foto: Cuartoscuro El sacerdote Alejandro Solalinde, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico del Arzobispado Mexicano, consideró que los migrantes salvadoreños sólo tienen dos opciones claras, quedarse en México a trabajar o esperar la respuesta de Canadá para ser recibidos  

El sacerdote Alejandro Solalinde, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico del Arzobispado Mexicano, consideró que los migrantes salvadoreños sólo tienen dos opciones claras, quedarse en México a trabajar o esperar la respuesta de Canadá para ser recibidos.

 

Entrevistado en las instalaciones de la Ciudad Deportiva, donde se reunió con unos 700 centroamericanos que permanecen en el país, adelantó que este domingo el grupo será reubicado en el Deportivo 18 de Marzo, con el fin de que tenga un techo para cubrirse del intenso frío que deja sentir en la capital.

 

Confirmó que el martes se reunirá con el arzobispo de Canadá, Leonardo Marin-Saavedra, con el fin de conocer la propuesta que trae para estas personas que buscan un mejor nivel de vida para ellos y sus hijos.

 

“Dios no los va a dejar solos, hay que tener fe y confianza. Los que se fueron hoy en la madrugada están poniendo en riesgo su vida”, expresó.

 

A su juicio, una opción es quedarse en México tomando en cuenta que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) será reestructurada y el gobierno del presidente electo tiene muchos proyectos donde se necesitará mano de obra; y otra es que ellos conocen el campo, lo aman y seguramente lo rescatarían del “abandono”.

 

Indicó que trabajarán con ellos porque México no es Canadá ni tampoco Estados Unidos y hay que ver las oportunidades que se tienen y son las más viables.

 

fahl