La ceniza lanzada por el volcán de Fuego, en su quinta erupción desde el domingo y que sigue hoy, cae hasta 100 kilómetros de distancia al sur del coloso, uno de los más activos y peligrosos de Guatemala, informó una fuente oficial.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), la ceniza está cayendo en los municipios de Mazatenango, San Bernardino, San Antonio, San Miguel Panán, Chicacao, San Juan Bautista, Santa Bárbara Río Bravo y Patulul, en el departamento sureño de Suchitepéquez.
Algunos de estos lugares, como Mazatenango, están situado a unos 159 kilómetros al sur de la ciudad, mientras que el volcán de Fuego se ubica a 50 kilómetros al oeste de la capital.
Las constantes explosiones fuertes del cono generan columnas de ceniza que se elevan a 7.000 metros de altura sobre el nivel del mar, aseguró el ente científico, que considera al de Fuego como “el volcán más peligroso de Guatemala”.
El subsecretario de Gestión de Riesgo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Walter Monroy, explicó en una nueva rueda de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura, que el Gabinete de Gobierno, liderado por el presidente Jimmy Morales, fue informado hoy de las acciones que se realizan por la actividad volcánica.
Monroy dijo que el mandatario los instruyó a mantener la vigilancia sobre la evolución de la erupción y el seguimiento a las comunidades que se resisten a evacuar.
Hasta ahora han sido evacuadas por las autoridades 4.000 personas hacia tres albergues en Escuintla, en alerta roja (máxima) y a uno en Sacatepéquez, con amarilla (prevención), detalló.
Sin embargo, aclaró que otras diez comunidades se autoevacuaron desde la noche del domingo cuando se incrementó la erupción, pero se desconoce la cantidad de familias que dejaron sus hogares de forma temporal.
La erupción, reiteró, ha dejado hasta el momento 76.145 afectados en comunidades de los departamentos de Escuintla (sur) y Sacatepéquez y Chimaltenango (oeste).
De las 3.925 personas evacuadas, 2.052 están en albergues, detalló el funcionario, tras asegurar que cuentan con suficiente asistencia humanitaria para atender la emergencia.
El subdirector del Insivumeh, Juan Pablo Oliva, por su lado, manifestó que la erupción se mantiene en un rango alto, pero que la tendencia es a decrecer en las próximas horas.
Sin embargo, añadió que por cuestiones de seguridad, mantendrán una vigilancia en la zona por instrucciones del presidente de Guatemala.
Oliva sostuvo que el de Fuego es un volcán “altamente activo y sumamente peligroso”.
En su tercera erupción el pasado 3 de junio, el coloso provocó la muerte de más de 190 personas y dejó 1,7 millones de afectados.
El ministro guatemalteco de Salud, Carlos Soto, declaro hoy también luego de participar en el Gabinete, que desde el domingo declararon en alerta amarilla (prevención) a los hospitales de los tres departamentos, aunque aclaró que no han atendido a ningún paciente.
Soto afirmó que los nosocomios de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango están abastecidos en casi un 100 por ciento y preparados para atender cualquier emergencia.
Comentó que esas tres áreas se enfocarán principalmente en los problemas oculares, pulmonares y cutáneos que se registran durante las erupciones volcánicas.
La incandescencia desde el cráter se mantiene entre los 800 y 1.000 metros de altitud y el flujo de lava hacia la barranca Ceniza llega a los tres kilómetros.
La caída abundante de ceniza se reporta en las comunidades de Panimaché II, Santa Sofía, Sangre de Cristo, Finca Palo Verde y San Pedro Yepocapa, las más cercanas al coloso.
aarl