La actividad de la quinta erupción del volcán de Fuego de Guatemala disminuyó hoy, pero aún se mantiene la alerta ante la posibilidad de que se generen nuevos flujos piroclásticos, indicó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala.
En un boletín vulcanológico publicado pasadas las 16.00 hora local , la entidad destacó que los “nuevos flujos piroclásticos podrían encausarse en cualquiera de las barrancas principales”, por lo que pidió a la población aledaña no permanecer cerca o dentro de las barrancas por donde descienden los flujos.
La actividad principal del volcán ha bajado a explosiones “entre débiles y moderadas”, las cuales mantienen la columna de ceniza a una altura de 5 mil 500 metros sobre el nivel del mar, la cual se dispersa hacia el oeste y suroeste del cráter, con distancias de 10 a 15 kilómetros.
También se mantienen los “retumbos moderados” que hacen vibrar a las viviendas que se encuentran sobre los flancos oeste y suroeste del volcán, aunque con “menor constancia” que esta madrugada.
Además, la entidad vulcanológica sostuvo que aún se observan avalanchas “moderadas” que se dirigen a las barrancas principales con “trayectos hacia la vegetación” y un flujo de lava que se dirige por la barranca Ceniza.
La ceniza aún es perceptible en las comunidades Panimaché I y II, Santa Sofía, Sangre de Cristo, Finca Palo Verde y otras, añadió el instituto.
La quinta erupción del volcán de Fuego ha dejado 76.160 personas afectadas en los departamentos de Sacatepéquez (centro), Escuintla (sur) y Chimaltenango (occidente), de las cuales 4 mil 123 han sido evacuadas de las poblaciones aledañas, algunas de las cuales salieron de sus casas antes de que las autoridades reaccionaran.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres ha registrado la atención a 2.374 personas, además de unas 2 mil 330 albergadas.
La entidad de protección civil subrayó que se mantiene la alerta roja institucional en el municipio de Escuintla, mientras que en Alotenango (Sacatepéquez) y Yepocapa (Chimaltenango) es anaranjada y en Santa Lucía (Escuintla) es amarilla.
El pasado 3 de junio, en su tercera erupción del año -la más fuerte de su historia-, el coloso de 3.763 metros de altura provocó la muerte de más de 190 personas y dejó 1,7 millones de afectados.
DAMG