Foto: Gabriela Esquivel Nadie nos avisó que iban a venir (los migrantes). Ahorita nos cayó de imprevisto. Se oía un rumorcito por la mañana de que iban a venir, pero pues esperemos que todo salga muy bien: María de los Ángeles, Comerciante  

Debido a la llegada de un grupo de poco más de 600 migrantes, en su mayoría de El Salvador, a las inmediaciones de la Casa del Peregrino San Lorenzo –ubicada sobre Calzada de los Misterios, alcaldía Gustavo A. Madero–, los comerciantes de un tianguis ubicado a las afueras del lugar dijeron estar “preocupados” de que aumente la inseguridad durante la estancia de los centroamericanos.

Luego de la entrada del contingente al lugar, varios vendedores se acercaron al sacerdote y activista, Alejandro Solalinde, para exponer su inquietud sobre la estancia de los centroamericanos.

“Nuestros puestos están a la intemperie, y sí, tenemos un poquito de miedo de que nos vayan a abrir los puestos y a sacar nuestras pocas cosas. Porque nosotros vivimos del comercio”, expresó María de los Ángeles, una de las vendedoreas de la zona.

Tras escucharlos durante unos cuantos minutos, Solalinde comentó que estará atento al tema de la seguridad, y confía en que los migrantes no generen un ambiente de tensión.

“El padre nos dijo que nos va a apoyar. Que los muchachos van a estar tranquilos, que no nos van a hacer ninguna anomalía, y eso nos tranquiliza un poquito. Pero por los comentarios que se han dicho, sí deberían poner un poquito más de vigilancia”, resaltó la mujer.

En este sentido, comentó que su preocupación está relacionada con un tema de seguridad para los comerciantes de La Villa, y no de discriminación, como se ha suscitado al Norte del país.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH), Nashieli Ramírez Hernández, manifestó que este grupo formaba parte de la tercera caravana que entró a México.

Y expresó que a partir de hoy, el Jesús Martínez Palillo “recuperará su vocación” de estadio, por lo que este domingo los migrantes fueron trasladados en camiones de la Red de Transporte Público (RTP) y M1 hacia la nueva sede.

“Por más que estén las carpas, que tengan su tarima, el frío está muy fuerte y necesitábamos un lugar techado y la Arquidiócesis amablemente dijo ‘pues nosotros acá…’”, detalló Ramírez Hernández.

En el albergue, a donde llegaron 85 niños, 250 mujeres y el resto hombres, recibirán comida y servicios de salud.

LEG