Todo apunta a que los mercados de capitales en Estados Unidos empiezan a sensibilizarse de algo que ya hemos estado comentando desde hace tiempo: es evidente una desaceleración de la economía mundial que tendrá crecimientos moderados en 2019. El FMI lo alertó desde hace poco más de un mes, aunque es probable que tenga que hacer revisiones a la baja durante el próximo año.
Nuestro indicador de la “economía global en gráficas” exhibe que desde septiembre pasado, algunos indicadores empezaron a mostrar signos de una expansión a menor ritmo.
En primera instancia lo comentamos de la Zona Euro, que a pesar de haberse estabilizado entre junio y agosto, las condiciones negativas que presentan Alemania e Italia principalmente han afectado el desempeño de la zona. Vimos cómo desde enero de 2018 alcanzó una cima, y desde entonces viene mostrando signos de menor crecimiento.
Ya el Banco Central Europeo (BCE) dará nuevas proyecciones de crecimiento e inflación en su próxima reunión de política monetaria. Quizá el BCE tenga que extender más el plazo sin mover la tasa de interés estimado después del verano 2019.
El resto de países como China, Japón, México y Brasil también se han visto afectados desde septiembre, y hasta el momento no presentan signos de “estabilidad”, lo que podría generar que el crecimiento de estas economías durante el cuarto trimestre del año será más moderado.
En el caso de Estados Unidos, empezamos a ver una cierta debilidad, aunque mucho más defensiva que el resto de países y/o regiones. Significa que entre el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2019 podría dar una “sorpresa negativa”.
Ya instituciones como Goldman Sachs comentó el lunes pasado de una desaceleración con un PIB estimado para la economía americana al primer trimestre de 2.5% anual, 2°T de + 2.1%, 3°T +1.8% y 4°T +1.6%.
Es probable que la Fed, aunque tenga las intenciones de seguir subiendo las tasas de interés a un nivel neutro entre 3.25 y 3.50%, podría cerrar 2018 en 2.5%, pero durante 2019 tendrá que “hacer pausas” en su ritmo de alzas ante la desaceleración global y de la economía americana. Vemos difícil que alcance la Fed su objetivo este próximo año.
En ese caso, el beneficio por la reforma fiscal irá moderándose. Veremos en su caso el comportamiento de la inflación.
Las Bolsas americanas mantendrán una tendencia negativa durante 2019. Consideramos que alcanzarán ajustes adicionales a los registrados hasta ahora del orden de 10 a 20% entre el cierre 2018 y 2020.