El Presupuesto 2019 reflejará un primer escenario de lo que busca el equipo de Andrés Manuel López Obrador en su primer año de Gobierno, pero dará pauta a lo que estará buscando a lo largo de todo su sexenio.
Por un lado, sabemos que el equipo económico ha sido reiterativo de que la economía mexicana crecerá a un ritmo promedio anual de 4.0% durante este próximo sexenio 2018- 2024. Sin embargo, las condiciones internas y externas limitarán el crecimiento para 2019 a un rango de 1.5-2.5% anual.
Se han comprometido a dos puntos dentro del presupuesto, el primero será un superávit primario de 0.8% del PIB y en el segundo cuidarán la relación deuda/PIB alrededor de 45 a 46%. Estos dos puntos dan una señal de “prudencia” fiscal.
Para poder dar avance a los programas sociales e inversión pública comprometidos en campaña como los apoyos a adultos mayores y jóvenes, el Tren Maya, entre otros, el equipo económico estará reduciendo recursos otorgados a estados y municipios por una parte y también eliminarán 110 de 150 programas sociales que se tienen hasta el día de hoy. Es decir, dejarán vivos únicamente 40 programas, equivalente a 27% de ellos.
La clave también será revisar la condición de Pemex dentro del presupuesto. Hoy, por el alto nivel de transferencia de recursos al Estado, la compañía tiene un patrimonio negativo y un alto nivel de deuda, de la que más de 85% es en moneda extranjera.
Requiere de oxígeno para buscar, por un lado, reducir su nivel de apalancamiento y, por otro lado, transferir menos recursos al Estado. Actualmente trabaja a una capacidad entre 50 y 60% por la falta de mantenimiento e inversión, entre otras cosas.
Sabemos que el segmento de exportaciones es la parte más rentable que tiene, ya que el costo por barril oscila alrededor de los 10 dólares y actualmente el precio promedio de la mezcla es de 63.5 dólares.
Uno de los puntos positivos que tendrá el presupuesto vendrá por el lado de la cobertura cambiaria. Es de reconocer que la Secretaría de Hacienda con el doctor José Antonio González Anaya al frente trabajó la cobertura durante el primer semestre de este año, con lo que el precio de la mezcla pudiera estar rondando arriba de los 60 dólares vs. 48.5 de este año. La única diferencia vendrá por la producción diaria de crudo, estimada en 1.8 millones de barriles.
Será interesante esperar el dato de la inflación anual estimada, ya que a pesar de que ésta termine ligeramente abajo de 5.0% anual, el riesgo de una mayor depreciación mantendrá presiones de una posible transferencia de precios.
De los puntos delicados de este presupuesto es que tendrá que evaluar el costo por servicio de deuda a tasas que hoy alcanzan 8% anual, pero que probablemente pudieran subir un poco más en moneda local, pero también deberá ajustar al alza la deuda en moneda extranjera.
Otro de los puntos importantes que deberá considerarse es que la economía mundial se estará desacelerando y afectará el intercambio comercial hacia Estados Unidos, Canadá y el resto de los países.
También será importante ver que el ritmo de crecimiento estimado en los ingresos deberá ser congruente con un crecimiento real de nuestra economía porque, como siempre, el gasto cumplirá sus metas y el ingreso no siempre las cumple.