Destaca Báez Pineda avances en obras clave Tren a Toluca, bajo auditorías
A 13 días del cambio de Gobierno en la Ciudad de México, tres obras clave de movilidad se dejarán encaminadas para que la administración de Claudia Sheinbaum las concluya sin mayores contratiempos.
Gerardo Báez Pineda, secretario de Obras y Servicios de la CDMX, dijo en una entrevista con 24 HORAS que los proyectos de movilidad que dejará avanzados son las ampliaciones de la Línea 12 del Metro y de la Línea 5 del Metrobús, así como el tramo 3 del Tren Interurbano México-Toluca.
Con ocho meses al frente de la dependencia (pues antes ocuparon el cargo Luis Alberto Rábago (q.e.p.d.), Alfredo Hernández y Edgar Tungüí), a Báez Pineda le correspondió no sólo trabajar con el equipo de transición, sino enfrentar las auditorías simiultáneas de cinco entes de los gobiernos capitalino y federal.
“Estamos en favor de que nos auditen, pero los residentes de obra pierden tiempo en atender las auditorías”, advirtio el funcionario; y acotó: “Me voy limpio, totalmente limpio”.
¿Cómo deja la Secretaria de Obras?
-Estamos dejando obras avanzadas, listas para que se dé continuidad y se puedan concluir. La ampliación de la Línea 12 del Metro, la retomamos en 2017, tenía muchos problemas de derecho de vía y empezamos a construir lumbreras (…). Son tres etapas; la primera es un tramo de túneles, obra que no se ve.
Proyectamos llegar a 2 kilómetros, de 3.5 kilómetros de túneles, ésa es la parte fundamental de la ampliación de la Línea 12 del Metro, de Mixcoac a Observatorio, con una longitud de 4.6 kilómetros (y se convertirá en la más grande de ciudad, con casi 30 kilometros de extensión).
Vamos construyendo este túnel (a una profundidad de 40 o 50 metros) y lo vamos a dejar en esa etapa con 60% de avance. Después vendrán las etapas de construcción de la obra electromecánica: colocar el balastro, el riel, el durmiente, los aparatos de vía y las estaciones.
¿Otra obra clave es el Tren Interurbano a Toluca?
-Es el tramo 3; una obra muy complicada por el cambio de proyecto del titular del mismo, que es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Una vez hecha la licitación, por necesidades del mismo, se cambió el trazo, pero se modificó el proyecto como estaba concebido. Eso nos trajo retrasos en liberación de derecho de vía y el mismo trazo. Eso lo vamos a dejar con 64% de avance; ya muy avanzada la obra civil como para que venga la siguiente administración y la concluya.
¿Y sobre el Metrobús?
-Es otro proyecto importante de movilidad de la ciudad. Hablamos de la ampliación de la Línea 5 del Metrobús (de San Lázaro a la Glorieta de Vaqueritos), son 20 kilómetros y 35 estaciones en los cuales se trabaja. Este proyecto trae consigo, aparte de los carriles confinados, por donde va a circular el transporte; las estaciones, la repavimentación de los carriles adyacentes y el concepto de calle completa, intervención de banquetas.
Sin embargo, viendo la realidad de las cosas, demoler banquetas, construirlas y el carril confinado, nos obliga a casi cerrar el Eje 3 Oriente; entonces, lo que hemos decidido es que solamente vamos a trabajar las banquetas donde se requiera. Tenemos que hacer cruceros seguros, de Ermita Iztapalapa hacia el Sur; en Vaqueritos debemos meter semaforización. Y hay tramos en los que sí es posible trabajar la calle completa, y otros en los que no es muy factible.
¿Y qué obras deja en infraestructura urbana?
-El Museo Interactivo del Papalote, en Iztapalapa, que va a quedar muy avanzado en obra civil; el Tribunal de Justicia para Adolescentes, estará totalmente terminado, solamente faltarán los acabados e instalaciones especiales para que pueda funcionar; y el Hospital de Cuajimalpa, que a cada rato nos salen amparos de los propietarios.
¿Hay recursos económicos para que no se paren las obras en esta transición?
-Hasta el 31 de diciembre hay recursos. Lo que se debe ver es el análisis costo- beneficio de la Línea 12: tan sólo de su construcción son 9 mil 400 millones de pesos, porque es la etapa de túneles; la edificación de las estaciones, la interconexión y la instalación electromecánica. Ahorita tenemos los recursos de la Federación por 3 mil 500 millones de pesos; o sea, van a faltar 6 mil millones de pesos para que la obra pueda terminarse sin ningún problema para mediados de 2020, siempre y cuando exista el recurso de la Federación.
¿Las empresas están seguras de que al menos de aquí al 31 de diciembre eso no altera para nada?
-Así es, porque nada más es la empresa que está haciendo túneles; ya cuando se tenga recurso y se hagan las estaciones y la obra electromecánica, serán otras compañías; otra licitación.
Con respecto al Tren México-Toluca, que se cuestionaba que la obra iba lenta en la Ciudad de México, ¿es cierto?
-Si se continúa, saldrá para el año próximo; para finales de 2019.
¿Igual el Metro?
-La obra sigue, pero hay que añadirle un tiempo. Se necesita comprar, afectar casas, y no hay recurso. En esta etapa reciente, el Sistema de Transporte Colectivo tiene negociados varios predios para comprarlos, pero el problema es que no hay recursos. Al Metro le dijeron “o te damos para medicinas y servicio médico o te damos recursos para comprar terrenos”. Obviamente la salud tiene un precio y hay que darle ese recurso a la salud, pero si la siguiente administración considera un un recurso importante para comprar el derecho de vías, podría terminarse a finales de 2019 la obra civil. Y detonar las etapas siguientes.
Y en recuperación de espacios públicos…
Parte de lo que a mí me tocó hacer es en la planta de asfalto, se pudo poner en servicio un área que se destinó para parque, hay estacionamiento, biciestacionamiento, juegos infantiles, un foro al aire libre. Es un espacio que ya lo hicieron propio los jóvenes de la zona y que está abierto de las siete de la mañana a las seis de la tarde.
Otro espacio que se hizo durante la administración fue el parque lineal de Mixcoac, quienes lo diseñaron lo metieron a un premio y ganaron la medalla de plata, y eso quiere decir que trajo consigo no nada más la plantación de árboles, sino que el espacio, que era un camellón, ahora es para el disfrute de la gente. Un parque lineal con bancas, con fuentes, iluminado; tiene algunas esculturas que se rehabilitaron de Sebastián. Y en lo que respecta al desnivel de Mixcoac, a poco más de un año que se puso el servicio, tenemos instalados detectores y podemos decir que ya hay del aeropuerto hacia Patriotismo, inclusive de Insurgentes hacia Patriotismo, 50 millones de viajes.
¿Hay alguna observación especial del equipo de transición tomando en cuenta los cambios que hubo en Obras con cuatro secretarios?
-Han sido básicamente sobre los contratos.
¿Cómo están los contratos?
-En el caso del Tren (Interurbano México-Toluca), por ejemplo, dimos las especificaciones, el por qué el avance. Se dijo, si bien la licitación fue en diciembre de 2014, todo 2015 y la mitad de 2016 estuvimos parados, porque el dueño del proyecto, la SCT, modificó el proyecto. En su momento le dijimos a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, “oye, si se mueve unos metros déjame continuar con el proyecto, déjame hacerlo, pero autorízame”, y nunca nos autorizó, y son 18 meses que llevamos de tardanza, independientemente de otros frentes detenidos por problemas de derecho de vía.
¿Hay alguna petición especial del equipo de transición?
-Nos han pedido de todo. Se han hecho reuniones a nivel de la Secretaría de Obras, se han hecho visitas a la dirección de Obras Públicas y a las obras. Con todos hemos tenido pláticas; con la Contraloría.
¿Están siendo auditados?
-Estamos dejando nuestro informe con todas las observaciones de las Contralorías, y algo que vamos a dejar como una petición es que tenemos cinco entes auditándonos: la Contraloría Interna, el Laboratorio de la Contraloría de la Ciudad de México, la Auditoria Superior de la Ciudad de México, la Auditoría Superior de la Federación y la Función Pública.
Nosotros estamos diciendo que estamos en favor de que nos auditen, que nos revisen. Lo que sí es que atender a estos entes, inclusive se llegó a tener una dirección ejecutiva para atender las auditorias, trae consigo que los residentes de obra pierden más tiempo en atender las auditorias que su función, que es el avance de las construcciones. Eso es algo que estamos viendo, y ojalá en las reformas el Congreso local lo pueda valorar.
¿Están en todo el proceso de obra?
-Así es. En el (caso del) Tren los cinco entes referidos nos están auditando.
¿En el Metro pasa igual?
En el caso del Metro y el Metrobús pasa igual. Sí nos complica porque tenemos que utilizar al residente de obras. Sí estamos a favor de las auditorias, pero pensando en que se pudieran establecer parámetros para que las empresas que van a ser contratadas por nosotros, ya sea de las supervisión o las constructoras, pudieran pasar como un certificado para que ya sepan cómo van a ser auditadas.
Así como el Reglamento, ya saben qué van a construir, cómo lo van a construir, así las auditorias, para ahorrarnos tiempo, porque luego, por ejemplo, en el caso del tren, nos cuestionan la planificación de la obra y les decimos sí, pero ésta no me toca a mí, ni el derecho de vía, le toca a la Federación.
Entonces ahí inmediatamente empiezan a poner sus números y nos empiezan a poner sanciones. Y vemos que es gente que tiene capacidad en auditoría, pero no de obra pública. A veces hay que hacerlos entender que yo no cambié el trazo, que se dio por una problemática del operador de la autopista México –Toluca, que dijo “si el Tren lo construyen así, me va a provocar a mí como consecuencia un problema vial, de incidencia de accidentes viales. Háganlo así, así se hizo”, pero eso trajo cambios del proyecto que a veces los auditores (no conocen), les mostramos documentos, pero aún así nos delegan responsabilidades.
¿Tiene algún tema que le inquiete?
-El caso del Tren. En mi comparecencia con los diputados del Congreso local, dije: la misma ley te dice que si hay un cambio de trazo, ya no puedes establecer el precio que tienes de concurso. Le abren la puerta al constructor de meter un precio extraordinario, considerando los básicos del concurso. Pero es ese tema que a veces los auditores cuando vienen dicen “favoreciste a esta empresa”. No, yo no la favorecí, eso es lo que me inquieta, sobre todo porque se ha hablado de costos.
Llegamos a no aceptarlos (los costos) y la ley establece que el constructor pueda quejarse ante la Función Pública. Fue y dijo, “el Gobierno de la ciudad no me quiere pagar mis costos” y nos requirió. Asistimos, a través de la Contraloría, y como no pudimos ponernos de acuerdo, un tercero, que está normado en el Reglamento, debe tomar en consideración lo de constructor y nuestros argumentos para establecer un precio.
¿Qué sigue para usted?
-Entrego el 5 de diciembre, busco que la acta de entrega-recepción se haga de manera correcta, en tiempo y forma; y disfrutar a la familia unos días, sobre todo en diciembre.
LEG