Los “chalecos amarillos“, el movimiento contra el alza de impuestos al carburante, no ven “una voluntad de cambiar las cosas” por parte del Gobierno, según declaró hoy uno de los portavoces del movimiento, Eric Drouet, tras su encuentro con el ministro de la Transición Ecológica, Francois Rugy.
“Nuestro sentimiento es que no hay una verdadera voluntad de cambiar las cosas”, aseguró Drouet, que acudió junto a Priscilla Ludosky, otra de las recién proclamadas portavoces del movimiento, que busca todavía organizarse por territorios y establecer líderes claros.
Al final de la reunión, que duró aproximadamente dos horas, Ludosky dijo a los medios que la manifestación convocada de nuevo el próximo sábado en los Campos Elíseos se mantiene en pie.
“No podemos responder en 18 meses a todas las expectativas sobre todo cuando se trata de problemas que vienen de lejos”, declaró Rugy tras el encuentro, durante el que hablaron de forma “muy cordial y libre”, según el ministro.
El responsable de Ecología se encontró con dos de los rostros más conocidos del movimiento a petición del presidente, Emmanuel Macron, quien mostró hoy en un anuncio público su voluntad de continuar con las líneas actuales en la transformación ecológica.
Sin embargo, Macron lanzó varios guiños a los “chalecos amarillos” y prometió que los impuestos del carburante se ajustarán en función del precio del petróleo y un aumento de las primas de conversión para salir de las energías fósiles.
“Si bien el movimiento nació de las subidas al carburante, me han dicho que desean hablar de otras cuestiones como el volumen de impuestos, el poder adquisitivo, pero también de la democracia. Hay llamadas a que se ejerzan referendums, a hacer asambleas ciudadanas…”, contó Rugy.
El ministro dijo que transmitirá al presidente y al primer ministro las peticiones de los “chalecos amarillos”, que quieren ser recibidos por el resto del Gobierno.
“Nos han explicado que el movimiento designará representantes por regiones y les he dicho que estoy disponible para entrevistarme con una delegación mayor cuando estén preparados”, señaló Rugy en una muestra receptiva hacia el grupo, cuya manifestación el pasado sábado degeneró en graves enfrentamientos con las fuerzas del orden.
En su discurso esta mañana, el presidente distinguió entre los violentos que acudieron a la marcha a hacer destrozos y los ciudadanos que tenían “un mensaje que hacer oír”.