En recientes fechas, un estudio reveló que las harinas de Maseca tenían presencia de residuos de glifosato; por su parte, la Doctora en Ciencias en Tecnología de Alimentos y Toxicología de la Universidad Estatal de Louisiana en Estados Unidos, Rebeca López-García, reveló que las cantidades reportadas en el estudio demuestran que las harinas de esta marca son completamente seguras.
“Una persona de 60 kilos de peso tendría que comer aproximadamente 3 mil 500 kilos de harina de maíz para preparar tortillas, diario durante toda su vida, y aún así estaría dentro los límites que se consideran seguros por las agencias internacionales”. asevero López- García.
Asimismo, señaló que la cantidad de glisofato es una cantidad mínima y esta por debajo de los estándares internacionales permitidos, pues es las cantidades equivalen a 0.005 miligramos, al hacer la conversión por unidades de medida de peso.
“Para poner esto en perspectiva, sólo se encontraron de 5 a 18 partes por billón de glisfosato en un kilo de harina para preparar tortillas. Una parte por billón representaría un segundo en casi 32 años. Son cantidades muy pequeñas respecto al límite máximo de residuo permitido para este tipo de productos en harinas de maíz”, mencionó la doctora López-García.
Por su parte el divulgador de ciencia, Mauricio Schwarz respaldó la información y comentó que en muchos productos existen presencia de químicos que no representan un daño a la salud, pues se tendrían que considerar cantidades exuberantes para lograrlo.
“Si buscas, hay arsénico en las frutas, en las verduras, en los cereales y en el pescado; hay plomo en la col, en los rábanos, en la leche de soya; y los aguacates y los champiñones y el yogur y las espinacas tienen potasio radioactivo”, expresó Schwarz.
Finalmente, reiteró que las partes por billón encontradas en la harina de maíz Maseca son mínimas y no generan riesgos para la salud.