La Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) presentaron un libro de estilo de la lengua española para solucionar dudas que tengan escritores digitales. Sin embargo uno de los elementos que causó comentarios en redes es que esta publicación reafirma el rechazo del lenguaje inclusivo en términos como ‘todxs’, ‘todes’ y ‘tod@s’.

Esta obra, en su primer capítulo, insiste en la opinión de rechazar todas las variables de inclusión de doble género; es decir, expresiones, pues son innecesarias.

 

Víctor García de la Concha, coordinador de la obra y director honorario de la RAE, aseguró que este texto trata de servir a la mejor forma de escribir y hablar en los países hispanohablantes abordando nuevos espacios como la ortotipografía, es decir, la ortografía de la escritura no manual.



En este campo se analiza el uso de los emoticonos, neologismos, préstamos y extranjerismos y estudia el correcto uso de la lengua en el correo electrónico, las páginas web, el periodismo digital y mensajes instantáneos.

 

García de la Concha, el que fuera director de la Academia de 1998 a 2010, ha ejercido de coordinador de este volumen de 504 páginas, que ha calificado de “un servicio importante a los nativos digitales”, capaz de “resolver dificultades ordinarias de manera llamativa y concentrada”, ofreciendo un “hallazgo rápido” de respuestas a modo de “píldoras”.

La idea de este proyecto surgió con este siglo, que introdujo una nueva forma de leer a través de los medios digitales y sus nuevas combinaciones de texto e imagen en dispositivos que, de pronto, emitían luz en lugar de recibirla como hacía el papel. Concretamente, el planteamiento se hizo por primera vez en 2001, en el II Congreso Internacional de la Lengua Española de Salamanca, de la mano del académico Francisco Rico.

 

El tomo, editado en una primera tirada de 10.000 ejemplares y con un precio de 24,90 euros, incluye una ortotipografía de signos digitales y un glosario de términos como tuit, yutubero o guasap. Todo ello, manteniendo el principio policéntrico que la institución viene aplicando desde hace decenios con el objetivo de “mejorar el uso de nuestro idioma común, una lengua muy extendida y con muchas modalidades que deben ser atendidas”, según ha explicado su director Darío Villanueva.

 

aarl