Purificó el cargo y, como buen revolucionario, pidió al pueblo que no lo dejen sólo; el discurso más largo de Andrés Manuel López Obrador tenía que ser como Presidente de México…
Frente a la Catedral Metropolitana, al lado del Palacio Nacional donde despachará, frente a una Plaza de la Constitución llena y sin tomar sorbo alguno de agua extendió su palabra hasta 93 minutos, pues éstos resultaron necesarios para enumerar 100 compromisos para los grupos vulnerables, los pueblos indígenas, los empresarios, los turistas, los militares, los maestros, los comerciantes, los estudiantes y para los burócratas.
Tras recibir el bastón de mando por parte de 68 pueblos originarios de México y sin soltar éste, el mandatario se dirigió hacia el atril con escudo de los Estados Unidos Mexicanos.
“Reafirmo el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México, después de la purificación a la investidura presidencial, diría, para resumir en una frase lo que anhelamos: la purificación de la vida pública de México”.
Como ejemplo de esa purificación, y cuando comenzó a caer la noche en el Zócalo, abordó la supresión de las “lacras” de la política; es decir, prácticas como el amiguismo, el nepotismo y el influyentismo.
Para ello se comprometió a hacer públicas sus declaraciones patrimoniales y las de sus familiares cercanos, y lo mismo para cualquier otro funcionario.
Si bien resaltó que todos en su administración se van a portar bien, la mano dura también la enfatizó para prácticas como la corrupción, los delitos electorales y el huachicoleo (robo de combustible), las cuales recordó se convertirán en delitos graves y sin derecho a fianza, y en ese sentido lanzó una advertencia para aquellas madres de familia solapadoras.
“Le digo a los que se ocupan de estas prácticas ilegales, y también a sus familiares, sobre todo a sus mamacitas queridas, ya saben ustedes cómo son las madres, tanto amor. No hay ninguna mamá que acepté que su hijo cometió un delito, siempre dicen que le inventaron el delito por mala fe, por envidia”.
Para evitar lo anterior, el mandatario recordó que se dará estudio y empleo a jóvenes para que no tengan pretexto de caer en actos ilegales.
Cercanía con el pueblo, necesaria
El Presidente agradeció a la gente el que le pidan cuidarse, pero no buscar marearse con ello, sobre todo porque quiere mantener comunicación con el pueblo, pues los revolucionarios que ponen una barrera con éste, pierden.
“No me dejen solo, porque sin ustedes son valgo nada, o casi nada, yo ya no me pertenezco, yo soy de ustedes, soy del pueblo de México
“Sin ustedes, y esto con todo respeto hablando en el terreno político, los conservadores me avasallarían fácilmente, pero con ustedes me van a hacer lo que el viento a Juárez”, expresó al cierre del discurso.
Y ya entrado en manifestar su necesidad del pueblo, resaltó que preferiría la muerte antes que la traición a éste.
LEG