París.- El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió ayer al primer ministro, Édouard Philippe, que se reúna con la oposición y con los “chalecos amarillos” para buscar una salida a la crisis nacional generada por las protestas por el alza de precios, mientras el movimiento insta a nuevas manifestaciones.
Macron se dejó ver a primera hora del domingo en la zona más afectada por los tumultos del sábado -el Arco del Triunfo y sus avenidas- para comprobar los daños provocados por las protestas contra la subida de impuestos a la gasolina.
Después se reunió en el Elíseo con Philippe; el ministro del Interior, Christophe Castaner; el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez; la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, y el ministro de Ecología, François de Rugy.
No hubo comunicado tras el encuentro ni intervención del presidente, a quien políticos y prensa nacional esperaban escuchar, tras solo haber hecho una breve referencia desde Buenos Aires, donde participaba en la cumbre del G20.
“Siempre respetaré el desacuerdo, siempre escucharé a la oposición pero jamás aceptaré la violencia”, dijo el sábado.
Según fuentes del Elíseo, Macron instó a Philippe a reunirse con los jefes de los partidos con representación parlamentaria y con los representantes de los manifestantes, sin dar una fecha concreta, con la voluntad de “dialogar”. Y solicitó además una “reflexión sobre la adaptación del dispositivo de mantenimiento del orden en el futuro”.
LEG