La justicia chilena dejó hoy en libertad condicional al oficial de la Fuerza Aérea de Chile, Ramón Cáceres Jorquera, que torturó al padre de la expresidenta Michell Bachelet, Alberto Bachelet, tormentos que finalmente le causaron la muerte en 1974.
Según fuentes judiciales, la determinación fue resuelta por la segunda sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, quien en fallo dividido acogió la petición de la defensa de Cáceres, que martirizó al general Bachelet, también de la misma institución, entre 1973 y 1974.
Pese a que la Comisión de Libertad Condicional le negó el beneficio, ya que el oficial en retiro no manifestó nunca ningún arrepentimiento por su actuar, la justicia finalmente le concedió la libertad condicional, fundamentalmente porque ya cumplió la mitad de la sentencia.
En el fallo judicial se lee que dicha comisión habría negado el beneficio “por no estar el amparado corregido ni rehabilitado para la vida social, conforme a informes psicológicos que se limitan a señalar que el amparado tiene insuficiente conciencia del mal causado”.
En la misma línea, el informe agrega que “en relación a la disposición al cambio, se aprecia contemplativo, ya que tiende a minimizar y justificar su actuación, no siendo capaz de establecer una auténtica necesidad de realizar cambios en si mismo respecto a los ilícitos cometidos”.
El general Bachelet, que se negó a unirse al golpe militar que encabezó el dictador Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973 para derrocar al Gobierno del presidente Salvador Allende, murió en una cárcel de Santiago el 12 de marzo de 1974, debilitado por las torturas que sufría periódicamente.
El padre de Michelle Bachelet, presidenta de Chile en dos periodos (2006-2010 y 2014-2018), era sacado periódicamente de la cárcel y llevado a la Academia de Guerra Aérea (AGA), donde era torturado por oficiales de esa institución, algunos de ellos antiguos subordinados suyos.
Falleció a los 50 años a causa de “un paro cardiorrespiratorio producto de la mala condición física y psicológica en que había quedado”, según un informe de derechos humanos.
En noviembre de 2014 fueron condenados, como autores de las torturas, los coroneles Edgar Ceballos y Ramón Cáceres, ambos a cuatro años de presidio, inhabilitación absoluta para derechos políticos y también inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el periodo que dure la condena.
Durante la dictadura de Pinochet, conforme a cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.
jhs