La primera ministra británica, Theresa May, pidió hoy el respaldo de los diputados al acuerdo del “brexit“, apelando a su “compromiso” con el país, en el inicio del debate parlamentario que precederá a su votación.
La jefa de Gobierno aseguró que el pacto al que ha llegado con Bruselas garantiza un “futuro mejor” para el Reino Unido, en la primera intervención de las cinco jornadas de debate sobre el acuerdo, que se votará el 11 de diciembre.
Según May, el pacto, que el pasado 25 de noviembre refrendaron los otro veintisiete países comunitarios, “cumple con los objetivos que llevaron a los británicos a votar por salir de la UE en 2016”, al tiempo que “respeta” al 48 % que votó por la permanencia.
La primera ministra señaló que “es el momento” de los diputados de apoyar un acuerdo que “empezará a unir al país” y rechazó la celebración de un segundo referéndum sobre la Unión Europea (UE) que “exacerbaría la división” en el Reino Unido.
Dijo que es consciente de que hay diputados que “quieren una relación más distante con la Unión Europea” que la que ella propone y, por el contrario, “hay otros a los que les gustaría una relación más cercana”.
May afirmó que “respeta” ambas posiciones, pero destacó ante la Cámara que hay que secundar la decisión del 52 por ciento que votó a favor de la salida del bloque comunitario y también “respetar” al otro 48 %, algo que, a su juicio, logra el acuerdo alcanzado.
“Esta discusión se ha alargado demasiado y esta corroyendo a la política”, aseveró y, por ello, instó a los parlamentarios a “terminar con esto” y apoyar su acuerdo que garantiza una “salida suave y ordenada” de la UE el próximo 29 de marzo.
Sobre la salvaguarda incluida en el plan para evitar el restablecimiento de una frontera estricta entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, May afirmó que “no había posibilidad de acuerdo” sin esa cláusula conocida como “backstop”.
May recordó que esa garantía únicamente se aplicará en el caso de que Londres y Bruselas no hayan llegado a otra solución al término del periodo de transición, el 31 de diciembre de 2020, y que, en cualquier caso, “el texto dice específicamente que sería algo temporal”.
La jefa de Gobierno insistió en que esa salvaguarda no deja al Reino Unido “atrapado en la UE” y servirá para “lo más importante”, que es “mantener la paz en Irlanda del Norte”.
El debate se prolongará durante cinco jornadas antes de que los diputados voten el acuerdo de retirada y la declaración política sobre la futura relación bilateral entre Londres y Bruselas el próximo 11 de diciembre.
jhs