WASHINGTON.- Senadores republicanos acusaron hoy al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, de tener responsabilidad en el asesinato del periodista saudita, Jamal Khashoggi, y anunciaron que buscarán promover sanciones contra el reino saudí.

 

“Se tiene que ser obstinadamente ciego para no llegar a la conclusión de que esto fue orquestado, organizado por gente bajo el comando de MBS”, dijo aquí el senador por Carolina del Norte, Lindsey Graham, aludiendo al príncipe por sus iniciales.

 

Hablando con periodistas al término de una audiencia a puerta cerrada con la directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Gina Haspel, el legislador dijo que si bien no existe una ‘pistola humeante’ como prueba de su involucramiento, “existe una sierra humeante”.

 

De acuerdo con información del propio gobierno saudita, Khashoggi, quien era columnista del diario The Washington Post, fue golpeado, sometido e inyectado con una sobredosis de tranquilizantes que le causó la muerte, tras su arribo al consulado saudita en Ankara, el 2 de octubre pasado.

 

Su cuerpo fue posteriormente desmembrado y entregado a operadores locales para que se deshicieran de los restos, sin que hasta ahora estos hayan sido localizados.

 

El senador republicano, Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores, fue más allá de Graham, asegurando que la responsabilidad del príncipe en estos hechos es innegable.

 

“No tengo dudas de que el príncipe heredero MBS ordenó el asesinato, lo monitoreó, sabía lo que estaba pasando; lo planearon con anticipación. Si fuera acusado frente a un jurado, él sería encontrado culpable en 30 minutos”, dijo por separado a reporteros.

 

Graham dijo que la conducta del príncipe heredero en este caso “va más allá de ser perturbadora”.

 

“Si el gobierno saudita va estar en las manos de este hombre por mucho tiempo, encuentro muy difícil poder hacer negocios, porque creo que él está loco, creo que es peligroso y ha puesto la relación (con Estados Unidos) en riesgo”, precisó.

 

La administración Trump impuso el mes pasado sanciones contra 17 funcionarios del gobierno de Arabia Saudita involucrados en el asesinato de Khashoggi, incluyendo a Saud Al-Qahtani, identificado como un asesor y asistente de alto nivel del príncipe.

 

Trump ha resistido todos los llamados para imponer sanciones contra Arabia Saudita asegurando que no hay evidencia contundente sobre la responsabilidad del príncipe y que ello dañaría las relaciones y la cooperación con su más importante aliado de Estados Unidos en el mundo árabe.

 

La audiencia de Haspel con una docena de senadores se produjo después de otra en la que sólo comparecieron el secretario de Estado, Mike Pompeo y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton.

gac