El insistir en querer ganar 600 mil pesos es caer en corrupción, y a quien no le guste, ahí está el sector privado, sugirió el presidente Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia de prensa, luego de que cerca de tres mil empleados del Poder Judicial de la Federación (PJF), entre los que hay jueces y magistrados, se ampararon contra la Ley Federal de Remuneraciones.
A pregunta de los medios de comunicación sobre el tema, el Ejecutivo federal desestimó la idea de que los sueldos bajos pueden fomentar los actos de corrupción.
“Eso es poco serio, muy poco serio. Yo creo que hay deshonestidad cuando un funcionario público acepta recibir hasta 600 mil pesos mensuales. Eso es corrupción de un país con tanta pobreza. Si un servidor público quiere ganar, como sucedía, 600 mil pesos mensuales, eso es un acto de deshonestidad. Pero bueno, ése es mi punto de vista”.
El mandatario aseveró que los altos funcionarios de México son de los que más ganan en el mundo, por eso se buscó establecer con esta ley que nadie gane más que el Presidente; es decir, arriba de 108 mil pesos mensuales.
“No les parece porque es poco dinero, pues, entonces, existe el sector privado, que tampoco pagan mucho, porque todo esto es fantasioso; hay muchos mitos”, manifestó.
Respecto de si los altos funcionarios también deberían tener un perfil profesional mínimo de licenciatura, el Presidente estimó que sí, aunque desde su perspectiva, los salarios y los títulos no son lo más importante.
El mandatario destacó que esta función no sólo debe verse por el lado monetario, sino como que se está haciendo un bien por el país. “Es el estar sirviendo a los demás. Eso es lo que nos hace felices. Es una concepción distinta; además, es servicio público”.
Durante esta administración, además del tope salarial, los funcionarios tendrán prohibido recibir regalos mayores a cinco mil pesos, no contarán con choferes y estarán limitados a tres asesores, como parte del plan de austeridad que se implementará, y cuyos ahorros serán destinados a la política social.
LEG