Mitos sin fundamento sobre la migración y la salud, como el estereotipo de que los migrantes son portadores de enfermedades, han sido utilizados para justificar políticas hostiles en muchos países, señala hoy un informe publicado en “The Lancet“.
El análisis -hecho por una comisión formada por el University College London (UCL) y la revista médica británica del “Lancet”- señala que estos mitos son “perjudiciales” para las personas y las sociedades, y se han vuelto la norma en un cierto discurso popular.
A causa de esta situación, dice la publicación, muchos países han aplicado políticas restrictivas, como la detención de migrantes en la frontera de EU o el rechazo a tratamientos en el Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés) en el Reino Unido.
El estudio, para el que se utilizaron nuevos análisis internacionales, resalta que estos mitos no tienen fundamento y afirma que la migración supone un beneficio para las economías.
Agrega que los países tienen que trabajar para mejorar el acceso de los extranjeros que se mudan a otros países a los servicios sanitarios y defender sus derechos.
La protección de la salud pública y el ahorro de costes son utilizados como argumentos para restringir el acceso de los migrantes a la sanidad o para denegarla, denuncia el informe.
Sin embargo, los autores puntualizan que nuevos análisis y datos internacionales muestran que los estereotipos más comunes sobre la migración y la salud no están apoyados en evidencias y se ignora la importante contribución de estas personas a las economías.
En 2018, más de mil millones de personas migraron, de las cuales una cuarta parte cruzó fronteras internacionales.
El análisis de la comisión es resultado de un proyecto de dos años realizado por veinte expertos de trece países, y en él se incluyen nuevas investigaciones y es el más exhaustivo de este tipo realizado hasta ahora.
El informe será divulgado oficialmente en su totalidad el próximo 8 de diciembre en la Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas en la ciudad marroquí de Marraquech.
“Los discursos populistas demonizan a los mismos individuos que mantienen las economías y refuerzan el cuidado social y los servicios sanitarios. Cuestionar si los migrantes merecen el cuidado sanitario sobre la base de unas creencias incorrectas apoya prácticas de exclusión, perjudica la salud de los individuos, nuestra sociedad y nuestras economías”, señaló el presidente de la comisión, Ibrahim Abubakar, del UCL.
“La migración es el asunto que define el problema de nuestro tiempo. La forma en que el mundo aborde la movilidad humana determinará la sanidad pública y la cohesión social en las próximas décadas. Crear sistemas sanitarios para integrar a las poblaciones de migrantes beneficiará a comunidades enteras con mejor acceso sanitario para todos”, puntualizó Abubakar.
En su opinión, de no tomarse medidas, habrá un mayor coste para las economías y la sanidad que si se hace “una modesta inversión para proteger el derecho a la sanidad de los migrantes y asegurar que son miembros productivos de la sociedad”.
Por su parte, el director del “Lancet”, Richard Horton, indicó que en muchos países el problema de la migración es utilizado para dividir a las sociedades y apoyar una agenda populista.
“Los migrantes contribuyen más a la economía que lo que cuestan, y la forma en que moldeamos hoy su salud y bienestar tendrá un impacto en nuestras sociedades para las generaciones venideras”, concluyó Horton.
DAMG