*Entrevista con el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta.
Economista del ITAM y maestro por Essex. Trabajó en Hacienda, en el Gobierno de Sinaloa, la SEP, el Banco de México; fue secretario de Fomento Económico, alcalde de Colima, subsecretario en la SCT y actualmente es el gobernador de Colima.
José Ignacio (Nacho Peralta) nos recibió en su oficina para hablar del resultado de las elecciones, el futuro del PRI, los superdelegados del presidente López Obrador, del ex presidente Peña Nieto y su amigo Luis Videgaray. Aquí, parte de la conversación:
¿Ya entendieron los priistas el mensaje de las urnas, del 1 de julio pasado?
-El proceso ha sido muy complejo; las características del resultado adverso nos generó un golpe fuerte, que nos obliga a hacer una reflexión, a corregir, a resolver y atender.
El resultado de las elecciones es producto de una circunstancia. La gente votó enojada, molesta. No votó por un proyecto político o una doctrina ideológica, por un rumbo; votó por un reclamo.
Pero hay que apuntar que los seres humanos no decidimos bien, cuando decidimos molestos.
La democracia así es. Nadie impugnó el resultado, nadie habló de fraude y se consolidó la democracia en México.
Los priistas somos muy institucionales, e inmediatamente reconocimos al ganador de la contienda. Ahora tenemos que prepararnos para gobernar con el nuevo titular del Ejecutivo.
No nos interesa la sumisión; lo que le interesa a los gobernadores del PRI es la gobernabilidad, y no queremos convertirnos en obstáculo.
¿Debe de cambiar de siglas y colores el PRI?
-Todo dependerá de que entendamos el mensaje de las urnas. De ahí definir qué tipo de partido, qué tipo de actores y qué tipo de política hay que hacer para poder recuperar la confianza del electorado, y volvernos a convertir en una opción competitiva. Yo le deseo, y estoy confiado, una larga vida para el PRI.
Necesitamos recuperar la esencia del partido: justicia social y bienestar de la población. De entrada, entender a los que están en vulnerabilidad mayor y rescatarlos de esa situación.
El proceso debe ser de abajo hacia arriba, debe de ser de las calles a los oficinas; es decir, se debe recomponer de las estructuras y la militancia. Tenemos que pensar en la reconstrucción de partidos locales, que se unen en torno a una nueva federación de partidos.
¿Qué opinión le merecen los superdelegados de AMLO?
-Hay que analizarlo desde tres perspectivas:
1. La “histórica-jurídica” (si es que viola el Federalismo, la Constitución, el concepto de República o no).
2. “Lucha por el poder”; no sé si estamos hablando de virreyes, posibles candidatos o el armado de proyectos políticos para beneficiar a personajes en particular.
3. “Observar si este diseño institucional es el adecuado o no para lograr un objetivo de políticas públicas”.
Lo importante es rescatar a la gente de la pobreza y que hagamos bien nuestro trabajo. Haciendo un análisis de los últimos 25 años (edad de la Sedesol, ahora de Bienestar), nos obliga a formular un replanteamiento: el combate a la pobreza pudiera estar entre signos de interrogación. ¿Hemos sido efectivos? Debemos de concentrarnos, pues, si el diseño de los delegados es el adecuado o no para cumplirle a la gente.
¿Cómo ve al ex presidente Peña?
-Abiertamente digo que es mi amigo, que le tengo afecto, trabajé con él como subsecretario en la SCT, y mi experiencia me permitió ver de cerca a un mandatario gobernando y patriota.
¿Qué pasó con Luis Videgaray?
-Lo digo con toda claridad, es mi amigo. Influyó y me ayudó en mi carrera política; siempre lo agradeceré y reconoceré. Me hubiera gustado estar más cerca de él. Como titular de Hacienda, los resultados están a la vista, pudo generar cifras macroeconómicas positivas. Me cuesta trabajo evaluarlo como canciller, porque yo no soy diplomático ni tengo elementos para hacerlo.
Participó activamente en la renegociación del NAFTA (TLC), y estamos hablando de un titular de la SRE en uno de los momentos más complejos de la historia, con un personaje como Donald Trump en la Casa Blanca.
La percepción que hay de Luis a nivel nacional puede ser producto de una evaluación prematura. Tenemos que dejar que la percepción haga su tarea, que el tiempo haga que las aguas se calmen y que veamos con más tranquilidad el sexenio del presidente Peña.
@GustavoRenteria
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