La ciudad del futuro se vistió con robots, anime, dibujos animados y cuentos futuristas, a través de la mirada del director creativo de Dior, Kim Jones, quien materializó a una chica alienígena vestida de metal de 12 metros de altura, dentro del Telecom Center Building, de Tokio, Japón.
Con un peso de más de 18,000 kilos y 16 personas detrás que trabajaron desde mediados de septiembre, la tecnología y cultura fueron la inspiración para el espectáculo visual, que tuvo como invitados a David Beckham, Kate Moss, Asap Rocky, Pusha, Bella Hadid y Diplo, el DJ que animó la fiesta durante el show.
Jones, quien se declaraba enamorado de la cultura japonesa, explicó que el mercado asiático destaca por su sofisticación “con la capacidad de combinar una tradición milenaria con una increíble tensión tecnológica y futurista. He estado aquí más de 90 veces. Gente, cultura, paisajes y moda, me encanta todo, siempre me han fascinado”.
El diseñador británico, que debutaba en junio pasado tras su etapa en Louis Vuitton, indicaba que como al fundador Christian Dior le fascinaba Japón, el evento fue una oportunidad para combinar el pasado y el presente de la casa modista, además de ser una marca donde se puede expresar con libertad.
En la pasarela, una serie de jóvenes lucieron kimonos oscuros, chaquetas de plumón iridiscentes como auroras boreales, con detalles robóticos, así como trajes de sastrería; además de un taller de sastrería, con bermudas y chaquetas futuristas de doble botonadura, todo con su concepción del desfile “debe ser una descarga de adrenalina. Quiero dejarlos boquiabiertos. Quiero trabajar para convertir la marca en la mayor realidad de la moda masculina”.
LEG