Londres.- El ex ministro británico de Exteriores Boris Johnson ha hecho saber a sus aliados del Partido Conservador que esperen la dimisión de la primera ministra, Theresa May, tras la votación del acuerdo del “brexit” el próximo martes, publica hoy “The Times”.
La renuncia de la líder conservadora, según ese medio, se produciría el miércoles, un día después de que la Cámara de los Comunes vote el pacto del “brexit” consensuado con Bruselas, y donde se espera que muchos diputados (conservadores y de la oposición) votarán en contra el día 11.
Johnson, del ala más euroescéptica de los conservadores, dimitió en julio pasado para mostrar su descontento con la negociación liderada por May para la ruptura británica con el bloque europeo, y se le considera uno de los favoritos para hacerse con el liderazgo conservador si la primera ministra dimite o si ésta pierde un voto de confianza iniciado por sus diputados conservadores.
El rotativo señala que los contactos entre los diputados conservadores se intensificaron este viernes para posicionase de cara a que haya una eventual votación interna para reemplazar a May.
Además de Johnson, a quien se considera como el político más carismático y con más posibilidades para liderar a los conservadores británicos, también figuran entre los posibles sucesores de May los ministros de Exteriores, Jeremy Hunt, y el de Interior, Sajid Javid.
May ya consiguió evitar en noviembre una rebelión en sus filas ante la amenaza del ala euroescéptica de presentar una moción de confianza y solicitarla por escrito al llamado Comité 1922, que agrupa a los diputados “tories”.
Para que ese proceso pudiera prosperar, el comité tenía que recibir 48 cartas de diputados de la formación, pero finalmente solo fueron remitidas unas 20, según los medios locales.
Hoy, la ministra británica de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, figura destacada en el Gobierno de May, se mostró a favor de un modelo noruego del “brexit” en caso de que el actual acuerdo sea rechazado este martes por el Parlamento.
Rudd, ex ministra de Interior, dijo a “The Times” que apoya el acuerdo del “brexit”, pero si éste no supera el trámite parlamentario, su “plan B” sería negociar un modelo como el de Noruega, que dejaría al Reino Unido en el Área Económica Europea.
Rudd es la primera del gabinete británico que habla abiertamente sobre una opción alternativa, cuando faltan poco más de tres meses para la retirada del país de la Unión Europea.
En la votación del día 11, algunos diputados votarán en contra porque rechazan la salvaguarda del “brexit” sobre la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, que busca que sea invisible para no perjudicar el proceso de paz en la provincia británica.
Esa salvaguarda, conocida como “backstop”, prevé que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único, salvo que Londres y Bruselas presenten una solución alternativa para la frontera o hasta que establezcan una nueva relación comercial.
Ese vínculo comercial deberá ser negociado entre Londres y Bruselas en el periodo de transición, que empezará tras el “brexit”, el 29 de marzo de 2019, y terminará a finales de 2020, siempre que el acuerdo de May sea aprobado por el Parlamento.
Esta garantía puede llegar a ser indefinida si no hay un acuerdo comercial entre las partes para cuando acabe el periodo de transición, algo que inquieta a muchos diputados.
fahl