Representantes de 150 gobierno de todo el planeta se reúnen hoy y mañana en Marrakech, Marruecos, para formalizar el Pacto mundial para la migración segura, ordenada y regular, a fin de adoptar los compromisos acordados para atender la movilidad de la población.
El pacto será ratificado en el marco de la Conferencia intergubernamental que se celebra bajo los auspicios de la Asamblea General de las Naciones Unidas y organizada por El Reino de Marruecos.
Louise Arbour, Representante Especial de las Naciones Unidas para las Migraciones Internacionales y Secretaria General de la conferencia intergubernamental, destacó que “la implementación del pacto cambiará la forma en que la comunidad internacional gestiona la movilidad humana”.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, inaugurará la conferencia donde se ratificará el pacto, el cual tiene entre sus objetivos realizar esfuerzos más efectivos para combatir tráfico de personas y cómo aprovechar mejor a los migrantes para contribuir al desarrollo, entre otros.
Sin embargo, el pacto migratorio de la ONU será rubricado en medio de numerosas ausencias de países receptores como Australia, Italia, Bulgaria, Austria, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Israel o la República dominicana.
Los principales argumentos que adelantaron estos países es que el acuerdo, pese a su carácter no vinculante, puede generar compromisos políticos en detrimento de la soberanía de los Estados; además de que no establece una diferencia entre migrantes regulares e irregulares.
Las retiradas comenzaron el año pasado con Estados Unidos que se desmarcó del proceso de elaboración del pacto -consensuado en junio de 2017 tras 18 meses de intensas negociaciones- con el argumento de que contiene cláusulas que no son acordes con la política migratoria del presidente Donald Trump.
La Misión de Estados Unidos ante la ONU acusó este sábado en un comunicado a la organización de tratar de promover a través de este pacto “la gobernanza global a expensas del derecho soberano de los Estados a controlar sus sistemas de inmigración”.
Además, el pacto migratorio, pese a no ser vinculante, ha generado división interna dentro de los países que lo van a rubricar por el rechazo de nacionalistas y ultraderechistas como es el caso de Bélgica y Francia.
Frente al creciente rechazo al acuerdo, la ONU reitera que el documento no impone ninguna obligación a los países y que no es ni favorable ni contrario a la migración.
“La migración es una realidad, no es ni mala ni buena”, argumenta Arbour.
Actualmente hay 258 millones de migrantes en el mundo, representan 3.4 % de la población, según datos de la ONU.
LEG