Estamos a unos días de conocer el presupuesto 2019 por parte del Gobierno federal, y aprovechamos para dar una revisión a la deuda pública.
La deuda del sector público está integrada por la deuda del Gobierno federal más las obligaciones de las entidades de control presupuestario directo, de las empresas productivas del Estado y sus subsidiarias, así como de la banca de desarrollo.
Al cierre del tercer trimestre de 2018, la deuda neta del Gobierno federal se ubicó en siete billones 750 mil 794.1 millones de pesos. La estructura del portafolio actual de la deuda del Gobierno federal mantiene la mayor parte de sus pasivos denominados en moneda nacional, representando al 30 de septiembre pasado, 77.2% del saldo de la deuda neta del Gobierno federal y 22.8% en moneda extranjera.
Con respecto al PIB, la deuda pública representa 45.6%, cuando en 2016, en momentos de alto riesgo sobre la pérdida de la estabilidad macroeconómica por la “irresponsabilidad” de un fuerte endeudamiento, llegó a representar casi 48.5%.
Exclusivamente del Gobierno federal, la deuda pública vs. PIB representa 33.2% y en 2016 llegó a representar casi 36%.
El plazo de vencimiento de la deuda es de 7.98 años, y desde diciembre de 2012 a la fecha no se ha podido extender más el plazo. El riesgo, por un lado, de las calificadoras, especialmente en 2016, llegó a generar “precaución entre inversionistas por buscar plazos mayores de instrumentos emitidos con garantía federal”. Hoy se mantienen cautos dando tiempo a conocer el manejo de las finanzas por el actual Gobierno y la salida en el tema de los bonos del AICM, por lo que vemos difícil la extensión del plazo del vencimiento de la deuda, al menos en 2019.
En el próximo año se tendrán vencimientos por 851 mil 682 millones de pesos, de los cuales 99.5% es interna y sólo 0.5%, externa. Eso puede contribuir a que el Gobierno no dependa necesariamente de momentos ni condiciones ligadas al mercado cambiario para sus operaciones.
De los vencimientos que se tendrán, 41% lo conforman los Cetes, donde ha sido importante la posición de la tenencia de los extranjeros en este 2018; 11% lo tienen los Bonos “D”; 24%, los bonos de desarrollo a tasa fija; 21% será en Udibonos, cuando en 2018 era mínimo su peso. Todo esto entre lo destacable.
El costo por servicio de deuda asciende a más de 732 mil millones de pesos, derivado del aumento en la tasa de interés interna principalmente. La tasa de referencia, por ejemplo, al cierre de 2017 se ubicó en 7.25% y este 2018 podría terminar en 8.00%, como hasta ahora o como espera el mercado en 8.25%, ante los riesgos de transferencia de precios, factores de volatilidad externa, la Fed y dudas sobre el manejo económico futuro del Gobierno recién entrado a su mandato.
Así estaremos atentos a la entrega del presupuesto 2019 este próximo fin de semana, cuando esperamos una clara señal de disciplina fiscal, el seguimiento sobre el estatus fiscal de Pemex, conocer la inversión pública que deberá generar un mayor número de empleos y ser parte como promotor del crecimiento económico, que, por cierto, será muy modesto o casi nulo para este 2019.