En cualquier región del mundo, las múltiples manifestaciones culturales están en función del contexto del cual estas provengan. En México, el desarrollo del narcotráfico ha sido materia prima para el consumo y producción de la cultura que lo refleja, y que cada vez va en ascenso.

Así, por ejemplo, en marzo de 2015, el primer episodio de la tercera temporada de la telenovela El Señor de los Cielos, basada en la vida del narcotraficante mexicano Amado Carrillo, se convirtió en el estreno con mayor audiencia en la historia de la cadena Telemundo, al ser vista por más de tres millones de personas, esto según los datos recabados por el filósofo en comunicación, Fernando Buen Abad.

“Las series televisivas son la extensión de un fenómeno que inicia con un corrido o una historia, lo que comúnmente se le denomina ‘narcoliteratura’, explicó Felipe Oliver en un coloquio sobre narcoliteratura llevada a cabo el 30 noviembre en las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Ante la pregunta sobre si la narcoliteratura es un fenómeno más del mercado o una corriente narrativa en ascenso, el filósofo y periodista, Ramón Gerónimo Olvera, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, explicó que el mercado dejó de ser una exterioridad de la literatura o un canal de distribución para entrar en la naturaleza de la escritura, “de esta forma la narcoliteratura se produce bajo los cánones literarios del ideario hollywoodense, por ser más rentable”.

Por su parte, la escritora del libro Capitalismo Gore, Sayak Valencia, mencionó que “el punto no es si existe o no la narcoliteratura sino que las múltiples narrativas de lo narco son parte de un paradigma de interpretación de la realidad como el reflejo de ese otro rostro donde lo que importa no es el tráfico de drogas sino la legitimación de la masacre”.

Felipe Oliver Fuentes anexó la importancia de comparar la literatura colombiana de la mexicana “para encontrar los puntos en común que permiten fortalecer la idea de que la narcoliteratura se puede expresar también como un género literario”.

Los especialistas del coloquio, coincidieron en que el problema no es la producción literaria en cuanto tal de lo narco sino que el apogeo de este último es producto de un sistema de cosas fallido que inicia con la entrada del neoliberalismo en México, específicamente con el Tratado de Libre Comercio.

“La cultura del narco no tiene que ver con señores botudos que hablan raro y pegan en la mesa, sino con la inmersión ideológica de la violencia que el propio Estado en sus políticas públicas y acuerdos internacionales generan al desplazar, excluir y colonizar”, concluyó Sayak.

 

PL